El Aquelarre

Goya decodió decorar su casa en las afueras de Madrid, llamada la Quinta del Sordo, con una serie de pinturas al óleo que han pasado a la posteridad con el nombre de las Pinturas Negras. El Aquelarre estaba situada en la planta baja de la casa, en una sala que haría las funciones de salón comedor. Frente a ella, se situaba la Romería de San Isidro

Romería de San Isidro

Compañera de El Aquelarre, Goya nos exhibe una imagen oscura y negativa de una temática empleada por él 40 años en uno de sus cartones más famosos: la Pradera de San Isidro. Todo lo amable y alegre de esta composición se convierte en triste y oscuro en las Pinturas Negras.

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y en los lados cortos de la sala, junto a ella, también estaban la Leocadia

Leocadia

La planta baja de la Quinta del Sordo fue posiblemente decorada por Goya con referencias a las personas que la habitaban. Este cuadro sería una alusión a la mujer con la que llevaba conviviendo desde 1812 y con la que había tenido una hija. Tanto en el colorido como en la técnica, el maestro da una lección de modernidad.

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y Judith y Holofernes

Judith y Holofernes

Si la Leocadia era una clara alusión a su compañera, en la obra Judith y Holofernes repite el mismo asunto, sólo que de manera más solapada al mostrarnos el triunfo de la astucia femenina. Leocadia Zorrilla controla a Goya sin ningún problema, igual que la heroína consiguió vencer al general. Formaba parte de la serie de catorce Pinturas Negras pintadas por el maestro para la Quinta del Sordo.

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. Es difícil saber lo que verdaderamente representa esta reunión de viejas mujeres con rostros bestiales que rodean supuestamnte al diablo, al que vemos simbolizado como un macho cabrío. Podría ser una reunión de brujas en el momento de invocar a Satanás para presentarle a una neófita, la joven que aparece sentada en la zona derecha, en una silla y con las manos en los manguitos. Pero también podría mostrar una imagen de la mente del maestro, que bulle con sus fantasmas - las brujas y los monstruos variados - recibiendo, sin embargo, tranquilidad de su compañera sentimental - doña Leocadia Zorrilla, representada por la joven de la derecha -. Curiosamente, los cuadros que tiene la composición a sus lados representan claramente a Leocadia.Goya elimina todos los elementos ambientales para recortar la masa de personajes sobre un fondo pardo. En esa masa no diferenciamos a los individuos que la componen, destacando sus gestos y sus horribles rostros. La violenta pincelada aplicada, a base de manchas de color, refuerza la sensación de terror que inspira la composición. No cabe duda de lo extraño que resulta para el espectador comprender que este tipo de representaciones pudieran decorar una casa, por lo que los especialistas intentan encontrar algún elemento humorístico para explicar el conjunto.