Con unos límites imprecisos pero, en cualquier caso, situados al sur y sureste del lago Urmia, estos montañeses bárbaros, criadores de caballos, se veían rodeados por Urartu, Asiria, las gentes del Luristán y las tribus medas. En su arte además de las propias tradiciones apreciamos influencias asirias, urartias y escitas.
se asentaba una población de bárbaros rodeados por las tribus medas, gentes del Luristán
El Luristán y sus misterios
Desde los orígenes hasta hoy el Luristán ha sido tierra de transhumancia, de ganadería de todo tipo y de criadores de caballos. El arte más importante de esta región serán los bronces, fabricados en su mayoría entre los siglos XI y VII a.C. En su mayor parte procedían de necrópolis. Al contemplarlos, lo primero que destaca es la calidad de casi todos los trabajos y la variedad de conocimientos de los que hicieron gala los artesanos del Lur. La fundición a la cera perdida era la técnica más común, pero también se usó el martilleado y otros trabajos de detalle y afinamiento. La cerámica luristana es de buena calidad, con pastas cremosas y superficie exterior semejante con decoración geométrica pintada en rojo.