Diego de Covarrubias

Don Diego de Covarrubias era uno de los personajes más influyentes del círculo de amistades de El Greco. Catedrático de Derecho Canónico en la Universidad de Salamanca, teólogo, jurisconsulto, obispo de Ciudad Rodrigo y Segovia y Presidente de los Consejos de Castilla y de Indias, era toda una institución en Toledo. A la edad de 72 años, Doménikos ha sabido captar la inteligencia y perseverancia de este ilustre personaje, distinguiéndose del retrato de su hermano Antonio

Antonio de Covarrubias

La vejez y la sordera del protagonista han sido elegantemente captadas por El Greco en este espectacular retrato de uno de sus mejores amigos toledanos. La composición repite los retratos de Tiziano al recortar la figura sobre un fondo neutro.

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, mucho más humilde. Ambos aparecen representados entre los nobles toledanos que protagonizan el Entierro del señor de Orgaz

Entierro del señor de Orgaz

Obra maestra de El Greco en la que exhibe un milagro ocurrido en el Toledo del siglo XIV. El vocabulario del artista queda claramente establecido en esta famosa composición: figuras alargadas, rostros estilizados, colores vibrantes -tomados del Manierismo- y empleo de fuerte iluminación, inspiradas en la Escuela veneciana.

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. El Greco repite el tipo de retrato heredado de Tiziano

Tiziano Vecellio

Pintor renacentista italiano (1485 h. -1576) es considerado el maestro más importante de la Escuela veneciana. Su aprendizaje con Giovanni Bellini marcará el detallismo de su producción, pero será Giorgione quien le introduzca de pleno en el Cinquecento, al emplear el paisaje como elemento integrador de las figuras. Se interesó por la pintura centro-italiana, espacialmente por Rafael, Miguel Angel y Leonardo, así como por el Manierismo, influyéndole Giulio Romano y Pordenone. Su estrecha relación con Carlos V y Felipe II será fundamental para el Barroco español, en especial para Velázquez. Rubens llegará a considerarle como su padre espiritual. La luz y el color serán los protagonistas de sus composiciones.

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al colocar a la figura sobre un fondo neutro, contrastando el blanco de los hábitos eclesiásticos con el fondo pardo y el negro del bonete y del cuello. Los pliegues del hábito están perfectamente conseguidos, resbala la luz por ellos y obtiene diversas zonas sombreadas; la luz procede de la izquierda, ilumina de lleno a don Diego para resaltar su personalidad.