Cruz de los Angeles
Contenidos relacionados
Se trata de una cruz relicario que adopta una forma habitual en la tradición hispana. Las cuarenta y ocho piedras que la engastadan responden a un sentido simbólico relacionado con la mística del número doce y sus múltiplos. Los orfebres que recibieron de Alfonso II el Casto el encargo y los materiales necesarios para labrar esta cruz, podían proceder del norte de Italia, donde se encuentran algunas piezas similares en el siglo VIII. Toda la superficie delantera está recubierta de hilos de oro que enmarcan los chatones en los que se alojan las piedras preciosas; en el reverso hay un medallón central y otros cuatro en los extremos de los brazos, por los que se desarrolla la inscripción de pequeñas letras soldadas, con las invocaciones-dedicatorias del monarca.