Cruz de las Escrituras

En los primeros años del siglo VI se fundó en Irlanda

Arte anglosajón

Las invasiones danesas provocaron una absoluta crisis en las Islas Británicas. De esta depresión empezaron a salir bajo el impulso del más famoso de los monarcas anglosajones, Alfredo el Grande, rey de Wessex. La renovación benedictina de Edgar, sólidamente relacionada con el continente, contribuyó no sólo a la restauración de los monasterios, sino que logrará conseguir la modernización de la sociedad británica. Con Canuto el Grande (1016-1035) se acrecentaron las relaciones de Inglaterra con la cultura nórdica, sin abandonar los lazos que le unían al Continente, asegurados por los monjes y por el propio monarca, quien, en 1027, realiza un viaje a Roma.

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uno de los monasterios más importantes, el de Clonmacnoise, en las orillas del río Shannon. En la actualidad apenas quedan restos entre los que se encuentran la Torre Redonda -que se concluyó en 1123- y un grupo de cruces que se consideran los primeros monumentos escultóricos de la iglesia celta. Los expertos consideran que estas cruces, distribuidas alrededor de los conjuntos monásticos, servirían como protección para los monjes, ante las continuas tentaciones de Satán. La más antigua de este grupo de cruces es la Cruz de las Escrituras. Tiene más de tres metros de altura y sus brazos rectangulares se unen por un círculo perforado. La decoración escultórica en relieve cubre toda la superficie de la cruz, recordando a los trabajos de los orfebres celtas. En el pie de la Cruz se muestran escenas bíblicas incluidas en diversos rectángulos.