Corpus hypercubicus

Datos principales


Alias

Crucifixión

Autor

Salvador Dalí Domènech

Fecha

1954

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

194´5 x 124 cm.

Museo

Metropolitan Museum of Art

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Dalí nos descubre a la figura de Cristo crucificado muy joven a pesar de no desvelarnos su rostro. La imagen, con una postura de modestia y humildad, se presenta ante el Padre. Sin duda se trata de un Cristo moderno en un cubismo de forma clásica. La cruz cúbica está formada por ocho cubos espaciales a diferencia de otras cruces, formadas por siete o seis cubos, que presentan toda una simbología. Sin embargo, Dalí se aparta de toda esa simbología para centrarse en la importancia del cubo. El protagonismo de las figuras geométricas en el arte, en concreto el del cubo, se puede encontrar en arquitectos como Juan de Herrera en el Monasterio de El Escorial en Madrid quien, a su vez, está inspirado en las investigaciones del filósofo y alquimista del siglo XII, Ramon Llull. Se trata del cubo como piedra filosofal de todo, en especial, de la Iglesia católica. Es el símbolo por excelencia de la construcción que para Dalí representa no sólo una nueva imagen de la cruz, sino también de la figura de Cristo. Es decir, Dalí nos ofrece un nuevo Cristo no herido: por esta razón no existen las huellas de los clavos ni de la lanza. La representación de Gala es fundamental para simbolizar a la madre Tierra pero, sobre todo, a la madre de los hombres en un sentido muy espiritual. Gala representando a la Virgen mira a su hijo. Dalí nos muestra todo un juego de palabras donde están presentes la Iglesia, la luz, la Tierra, el cielo, la Madre, el hombre, los genes o el espíritu. De forma ingeniosa Dalí quiere ofrecer una clave para entender la génesis del hombre, el nacimiento del espíritu.

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