Catedral de Toledo. Girola
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Los arquitectos de la cabecera de Toledo distribuyeron toda la altura del muro en tres pisos que se desarrollan en sentido horizontal. En el intercolumnio inferior, los soportes son robustos pilares circulares rodeados de ocho baquetones, en relación con arcos y nervios. En la girola y colaterales internas del coro, el cuerpo de luces está formado por pequeños óculos de tracería gótica. Pero la mayor singularidad reside aquí en el nivel del triforio -todavía ciego-, donde la introducción de arquillos lobulados y entrecruzados se ha interpretado como producto de una hispanización o mudejarización de las formas, que no ha de extrañar en una ciudad en la que hacía siglos se había asumido plenamente tal lenguaje plástico.