Casas Consistoriales de Jerez de la Frontera
El intercambio de materias primas y productos manufacturados que se produce en el siglo XVI impulsaron seriamente el comercio interior, obligando a articular una política de obras públicas para facilitar la adaptación de los caminos, canales y puertos a las más urgentes necesidades y contribuyeron, en ciudades como Sevilla, Cádiz y Jerez de la Frontera, a desarrollar un comercio trasatlántico orientado a satisfacer el consumo de las poblaciones del Nuevo Mundo, de Inglaterra y del Norte de Europa. Este aumento del comercio trajo consigo el aumento de población y nuevas necesidades arquitectónicas que bien podemos observar en las Casas Consistoriales de Jerez de la Frontera, en cuyas fachadas se desarrolla una decoración en la que se alude a las glorias ciudadanas y al pasado mítico de la ciudad.