Bruto
Datos principales
Autor
Fecha
1789
Estilo
Material
Museo
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David pintó este cuadro en 1789, el año de la Revolución Francesa . Este acontecimiento determinó para siempre la trayectoria del artista. De hecho, el tema de este cuadro, y de otros cuadros del autor, pertenece a los tiempos de la república romana, lo que se usará años más tarde para establecer un paralelismo deliberado entre república romana y república francesa. El contenido político de esta obra puede calificarse de incendiario. David lo finalizó y presentó al Salón Oficial meses después del estallido revolucionario. Sin duda sus valores estéticos son muchos, pero lo que trascendió fue su contenido ético. La historia que se cuenta no es la de Marco Bruto, el asesino de Julio César, sino la de un antepasado suyo, Lucio Bruto. Bruto fue el primer cónsul de la república romana, tras liberar al pueblo romano de la tiranía monárquica. Habiéndose descubierto una conspiración contra la república para devolver el poder al trono, Bruto supo que sus propios hijos habían tomado parte en la conjura, por lo que los condenó a muerte. La escena recoge el momento en que los cadáveres de los dos jóvenes son devueltos al hogar de Bruto. Este se halla sentado ante una estatua que representa la alegoría de Roma. La presencia de esta extraña figura deja en sombra el rostro apesadumbrado del cónsul. Nuevamente nos encontramos con el reparto de la narración en tres momentos, como podíamos ver de manera evidente en el Juramento de los Horacios : en primer término está Bruto, consternado por la decisión que acaba de tomar. En segundo término aparece el primer cadáver, el castigo a la traición. Por último, en la zona más iluminada del lienzo, las mujeres de la familia, que habiendo interrumpido sus labores claman y lloran la muerte de los jóvenes. Como suele ser habitual en la obra de David, también en esta ocasión se separan estrictamente los espacios masculino y femenino, así como las acciones que tienen lugar respectivamente.