Bautismo de Cristo
Datos principales
Autor
Fecha
1608-22
Estilo
Material
Dimensiones
330 x 211 cm.
Museo
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El 16 de noviembre de 1608 El Greco firma un contrato con el administrador del Hospital de San Juan Bautista en Toledo - también conocido como Tavera por ser el nombre de su fundador y de Afuera por estar extramuros de la ciudad - para realizar los retablos mayor y colaterales de la capilla. Se le ponían cinco años de plazo y recibiría 30.000 reales como anticipo y 325.185 maravedís anuales para adquirir materiales. El pago definitivo del encargo se realizaría a tasación. En el contrato se estipulaba que si el maestro falleciera o se imposibilitara para acabar la obra, ésta sería continuada por Jorge Manuel . En la actualidad la decoración de esa capilla no responde a los diseños de Doménikos, entre otras razones porque él no pudo realizar casi nada al fallecer en abril de 1614. Efectivamente, su hijo continuó con el trabajo pero se prolongó en exceso y el Hospital eligió otros artistas para finalizar la decoración. El Bautismo de Cristo que aquí contemplamos debía situarse en el retablo mayor, aunque en la actualidad se exhibe en uno de los laterales. Es una muestra de la colaboración entre padre e hijo, posiblemente obligada por el fallecimiento de Doménikos. En otros cuadros, como la Cena en casa de Simón , también se produce esta colaboración. Jesús aparece arrodillado en primer plano, acompañado de ángeles que sostienen sus vestidos - rojo y azul como símbolo de martirio y eternidad -. En la derecha se sitúa San Juan Bautista, volcando la concha del bautismo sobre la cabeza del Salvador.
Dios Padre, vestido de blanco - símbolo de pureza - y con el rostro barbado, ocupa el espacio superior, también acompañado por una corte de ángeles y querubines. La paloma del Espíritu Santo ocupa el espacio central, uniéndose las tres figuras de la Santísima Trinidad a través una diagonal. El movimiento de la composición contrasta con otras escenas de Bautismo realizadas por El Greco. Las figuras son alargadas, con unos músculos muy estilizados aunque recuerdan ligeramente a Miguel Ángel . La fuerte luz procede de las figuras celestiales; al chocar contra los cuerpos o las telas provoca unos excelentes reflejos de luz blanca que anula el color. Los azules, verdes, blancos, amarillos y rojos se adueñan de una composición en la que desaparece el fondo. La técnica empleada por el cretense es cada vez más diluida. Algunas zonas de este enorme lienzo no tienen igual fuerza debido posiblemente a la mano de Jorge Manuel, que fue quien concluyó allá por 1622 el trabajo iniciado por su padre. Pensemos que en 1614, cuando muere El Greco, apenas estaba empezado y que en 1621 continuaba en el taller.
Dios Padre, vestido de blanco - símbolo de pureza - y con el rostro barbado, ocupa el espacio superior, también acompañado por una corte de ángeles y querubines. La paloma del Espíritu Santo ocupa el espacio central, uniéndose las tres figuras de la Santísima Trinidad a través una diagonal. El movimiento de la composición contrasta con otras escenas de Bautismo realizadas por El Greco. Las figuras son alargadas, con unos músculos muy estilizados aunque recuerdan ligeramente a Miguel Ángel . La fuerte luz procede de las figuras celestiales; al chocar contra los cuerpos o las telas provoca unos excelentes reflejos de luz blanca que anula el color. Los azules, verdes, blancos, amarillos y rojos se adueñan de una composición en la que desaparece el fondo. La técnica empleada por el cretense es cada vez más diluida. Algunas zonas de este enorme lienzo no tienen igual fuerza debido posiblemente a la mano de Jorge Manuel, que fue quien concluyó allá por 1622 el trabajo iniciado por su padre. Pensemos que en 1614, cuando muere El Greco, apenas estaba empezado y que en 1621 continuaba en el taller.