Basílica de San Juan de Letrán (Roma). Decoración del ábside
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Entre los conjuntos decorativos paleocristianos más antiguos de Roma se hallan los murales de la basílica de San Juan de Letrán. Tras el arco de triunfo que separa el transepto de la capilla mayor encontramos un sensacional conjunto decorativo, presidido por la Cruz como símbolo de la victoria de Cristo. Sobre ella se muestra el cielo presidido por las figuras de la Trinidad y acompañados por ángeles en ambos lados. En la tierra, la cruz es fuente de los cuatro ríos del Paraíso y a ella van a beber los ciervos. La Virgen y san José encabezan los grupos de santos que acompañan a la Cruz, recortado el conjunto sobre un fondo dorado. El hieratismo y la influencia bizantina caracterizan a las diversas figuras.