Barco-taller

Cuando Manet

Édouard Manet

Pintor impresionista francés (París, 1832-1883). Entró en el taller de Couture en 1849, abandonándolo siete años después, cansado de los cuadros académicos e historicistas que pintaba el maestro. Empezó a relacionarse con la Escuela de Barbizon y a viajar por distintos países para ampliar su formación. En 1862 hereda la fortuna de su padre, pudiéndose dedicar de pleno a la pintura. Se interesa por temas modernos, siendo en múltiples ocasiones rechazado del Salón de París, por lo que decide crear el Salón de los Rechazados en 1863. Dos años después viaja por España, entra en contacto con el arte de Velázquez y Goya, pintores que le influirán en estos momentos. A partir de 1870 se acerca más al estilo impresionista, aunque nunca se integró plenamente en el grupo y no participó en ninguna de las exposiciones.

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y Renoir

Pierre Auguste Renoir

Pintor impresionista francés (1841-1920) interesado por la figura humana, primero al aire libre gracias a su relación con Monet, y más tarde por las formas y contornos, lo que le acerca a Rubens.

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llegaron a Argenteuil en el verano de 1874 se sorprendieron del estudio que empleaba Monet; era un barco que había adaptado como taller con el que recorría diversos parajes del río Sena, parándose donde más le interesara. A Manet le llamó tanto la atención que realizó una obra protagonizada por Claude y su esposa en el taller flotante

Claude Monet con su esposa en su estudio flotante

El estudio flotante de Monet resultó tan sorprendente para Manet que se convirtió en el protagonista de este lienzo, el más impresionista del pintor.

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, siendo la escena más cercana al Impresionismo

Impresionismo

El Impresionismo es un movimiento efímero en el tiempo pero de honda raigambre popular desde sus comienzos. Típicamente parisino, finaliza la evolución del Realismo y abre la puerta a la renovación vanguardista del arte abstracto.

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de ese artista. El pequeño barco protagoniza este lienzo, anclado en el centro de la imagen, apreciándose tras él un soberbio bosque conseguido a través de rápidos toques de pincel que semejan manchas y que eliminan toda referencia a las formas. Los reflejos de los diferentes elementos proyectados en el agua hacen de esta escena una de las más atractivas del pintor, recogiendo la iluminación del atardecer, una de sus favoritas. Las sombras malvas se aprecian claramente en los árboles del fondo, donde destaca una pequeña mancha rojiza que otorga mayor vivacidad al conjunto.