Alegoría de la Salvación
Datos principales
Autor
Fecha
1660 h.
Escuela
Estilo
Material
Dimensiones
130 x 199 cm.
Museo
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A lo largo del Barroco son frecuentas las representaciones de la "vanitas" tanto en la escuela sevillana como en la madrileña. Si Pereda destaca en la segunda, posiblemente sea Valdés Leal el más afamado artista que realice estos asuntos en la primera. Esta Alegoría de la Salvación que contemplamos tenía como compañera una Alegoría de la vanidad que hoy guarda el Wadsworth Ateneum de Hartford en la que se alude a la fugacidad de los placeres terrenales y a la inutilidad de las riquezas y el poder. En esta escena Valdés Leal hace referencia a la salvación del alma como el último fin del ser humano. Esa es la razón por la que aparece un ángel cuya mano señala a una corona rodeada de la inscripción "Lo que prometió Dios" mientras en la otra sostiene un reloj de arena que alude a lo efímero de la vida. Obtener la corona es un símil de la salvación del alma. La oración, la penitencia, la castidad y las lecturas piadosas son los medios para alcanzar esa salvación. Por eso el hombre aparece sentado tras a una mesa leyendo un texto sagrado y meditando sobre él. En su mano contemplamos un rosario mientras sobre la mesa se aprecia un flagelo y diversos libros religiosos junto a un búcaro con un lirio que simboliza la pureza y la castidad. En la pared del fondo se sitúa una Crucifixión enmarcada con un elegante marco que contiene ángeles e instrumentos de la pasión de Cristo.Valdés Leal emplea una gama de tonos fríos en sintonía con la intención moral de la obra. Sólo contrasta la capa roja del ángel frente a la sinfonía de tonalidades apagadas, aplicadas con una pincelada rápida y vibrante, que consigue una admirable sensación de abocetamiento.