Acueducto de Les Ferreres (Tarragona)
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El suministro de agua al sector residencial de Tarraco estaba garantizado por dos acueductos procedentes de los ríos Francolí y Gaiá. Las aguas del río Francolí llegaban a Tarraco a través de una larga conducción a la que corresponde el llamado Pont del Diable o Acueducto de les Ferreres, obra con dos órdenes de arcos superpuestos de mampostería- 11 arcos el inferior y 25 el piso superior-, sin más ligazón que la coaxialidad de los pilares, levantada para salvar el desnivel de un barranco, llamado dels Arcs, próximo a la ciudad. El nombre de Acueducto del Diablo se debe a una leyenda popular que cuenta cómo el Diablo solicitó una doncella a cambio de levantar la construcción en una noche, antes de que los gallos cantaran. El prometido de la joven despertó a todos los gallos de las granjas vecinas imitando su canto, contestando los gallos antes de la hora prevista. El Diablo, al ver que había perdido la apuesta casi habiendo construido el Acueducto, huyó sin conseguir a la doncella. Esta obra de ingeniería ha sido tradicionalmente fechada en época de Augusto . Es un buen ejemplo del tipo estructural más sencillo y menos estable, pues la ruina de algún elemento arrastraría, teóricamente al menos, la de todos los demás, especialmente si pertenecía al orden bajo. Los sillares están almohadillados, animados en apariencia por la estética brutalista de la Porta Maggiore claudiana. El dibujo del ingeniero Josep Boy, fechado en 1713, nos muestra el acueducto principal de Tarraco en alzado y sección, y en un momento de abandono; tiene unos 200 m de longitud y una altura máxima de 26 m y un ancho de bóveda que se aproxima a los dos metros.