Evolución del arte funerario

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Datos principales


Desarrollo


En los primeros años del siglo XII se desarrolla en Francia un tipo de sepulcro denominado "gisant" que se caracteriza por aparecer la figura yacente sobre la tumba. Su difusión llegó al norte de Francia y tuvo importante éxito como observamos en los sepulcros de Ricardo Corazón de León y su esposa que se conservan en la abadía de Fontevrault, esculpidos entre 1200 y 1256, o el sepulcro de Enrique el León y su esposa Matilde, fechado entre 1230-1240 y que se conserva en la catedral de San Blas de Brunswick. En Castilla se sigue el modelo francés llamado "enfeu" que consiste en un sarcófago excavado en la pared, con la figura yacente encima, como observamos en el sepulcro del obispo Martín II Rodríguez de la catedral de León, realizado hacia 1250. En siglos posteriores, las figuras van abandonando su estatismo habitual y se convierten en personajes vivos, que oran como el infante Alfonso de Castilla de la Cartuja de Miraflores de Burgos, fechado entre 1489 y 1493, o que leen un libro como el famoso Sepulcro del Doncel de la catedral de Sigüenza.

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