Desarrollo
Al comienzo de la década de los años treinta se diseña un avión de largo alcance, el Amiot 341, con un elegante diseño. A éste le sigue el Amiot 340, con las características de un bombardero. Hasta que en 1940 nace el Amiot 354B.4, uno de los mejores bombarderos de su tiempo. De este modelo, que destacaba por su potencia defensiva, se pensaban fabricar 900 unidades, pero surgieron problemas técnicos, al tiempo que se producía la ocupación francesa. Todos estos inconvenientes provocaron que se interrumpiese su producción y sólo llegaran a ver la luz 45. De éstos, algunos fueron empleados como medio de transporte y 4 unidades pasaron a manos de la Luftwaffe, que los utilizó para realizar trabajos clandestinos.