Desarrollo
Este caza monoplano fue el más innovador de Francia en su tiempo. Tenía ala baja cantilever, patín de cola retráctil, como tren de aterrizaje principal y carlinga cerrada. A pesar de su modernidad, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial sus prestaciones no llegaban a la altura de los cazas de la Luftwaffe. Esta idea surge en 1934, cuyo proyecto inicial se materializó en el modelo MS.405, que realizó su primer vuelo en 1935. Este modelo se mejoró con 15 cazas MS.405C.1. En 1938 se fabricó un tercer prototipo: MS.406.C1, del que se realizaron 1.000 unidades. Del MS.406 salieron a la luz 1.077 aparatos, realizados en dos líneas de montaje. Esta producción se repartió entre Suiza y Turquía. Algunos de ellos tras ser capturados por los alemanes acabaron en manos de Croacia y Finlandia.