Desarrollo
La necesidad de contar con vehículos de reconocimiento blindados por parte de la Wehrmacht hizo que el Ejército alemán encargara su fabricación a mediados de los años 30. En esos años ya la Daimler-Benz contaba con un vehículo acorazado ligero de cuatro ruedas, llamado Sonderkraftfahrzeug 13, es decir, vehículo de motor para fines específicos. La denominación abreviada SdKfz quedó ya definitivamente instalada para este tipo de vehículos en Alemania. La idea era poder contar con un vehículo ligero, apto para misiones de reconocimiento, bien blindado y montado sobre un chasis comercial. Sin embargo, el proyecto inicial no pudo realizarse, por lo que se decidió idear un nuevo vehículo, lo que dará como resultado SdKfz 222, adoptado a partir de 1938 como vehículo oficial de la Wehrmacht para misiones de reconocimiento. Su mayor problema era la poca autonomía, lo que se demostró especialmente durante la campaña de 1941 en el Frente Ruso. No obstante, tuvo un buen comportamiento durante las invasiones de Polonia y Francia y en las campañas africanas. Muy seguro y fiable, su fabricación continuó hasta los momentos finales de la II Guerra Mundial, prestando excelentes servicios en las campañas de Europa Occidental.