Desarrollo
El Valentine, en sus dos variantes (Mk III y Mk IV) fue el carro de combate más numeroso de los que disponía el Reino Unido durante la II Guerra Mundial, pues se llegaron a construir más de 8.000 unidades hasta 1944, año en que dejó de fabricarse. Comenzada su producción en 1940, el proyecto se inició dos años antes cuando la empresa Vickers recibió el encargo de construir un carro de infantería basado en su modelo A-10 Cruiser. El problema inicial fue el diseño de la torreta, pensada para albergar a dos hombres, lo que podría impedir la colocación en ella de mayor armamento. El estallido de la guerra aceleró sin embargo su producción y su entrada en servicio, demostrando que sus mejores características eran la robustez de su blindaje y su fiabilidad. A lo largo de la guerra se introdujeron algunas mejoras, en especial en cuanto al armamento y al motor, instalando en el Mk IV un motor GMC diesel de 138 CV de potencia. Muy apreciado por el Alto Mando británico, fue destinado a todos los campos de batalla, siendo fabricados modelos especializados para la realización de trabajos concretos, como lanzapuentes, carro lanzallamas o cañón autopropulsado.