Desarrollo
El mosquetón automático Thompson nació a mediados de los años veinte y se convirtió en poco tiempo en el arma favorita de los gansters de las grandes ciudades americanas. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, el ejército de los Estados Unidos se encontró desprovisto de un arma automática preparada para un cartucho de pistola; la única disponible en el mercado nacional era el Thompson 1928. Su adopción fue muy "sufrida", ya que eso representaba el símbolo de la mala vida americana, siendo considerado no digno de un soldado. Muchos mitra Thompson fueron vendidos incluso a los ingleses, quienes lo mantuvieron, junto con el Sten , hasta finalizar el conflicto. El cargador tenía una capacidad de 30 cartuchos. Los proyectiles alcazaban una velocidad en la boca de 180 m./sg.