Desarrollo
Las controversias producidas acerca de la carestía en la fabricación de la MG 34 hicieron pensar la mayor parte de los militares que si se producía un arma utilizando componentes provenientes de empresas subcontratadas, la casa madre ya no sería capaz de garantizar un efectivo control de calidad, y la responsabilidad de una sola empresa se subdividiría entre todas las distintas fábricas que producían en régimen de subcontrata. Después de años de discusiones, en febrero de 1937, la Heereswaffenmat, órgano previo a la elección de las armas para el ejército, decidió poner fin a la diatriba e invitó a tres grandes empresas alemanas a construir algunos prototipos de ametralladoras destinadas a ser posteriormente producidas en serie a bajo coste. Las empresas elegidas fueron Rheinmetall-Borsig, la Stubgen y la Grussfuss, esta última, entre otras cosas, jamás había construido un arma, pero estaba especializada en la impresión de láminas. La Rheinmetall-Borsig presentó el diseño de una ametralladora de recuperación de gas proyectada por Luis Stange; la Stubgen presentó un proyecto muy en fase inicial, y la Grussfuss, el 26 de octubre de 1937, mostró los bocetos de un arma construída enteramente en láminas impresas con un sistema de cierre de obturador del tipo con rodillos. El proyectista, Gruner, no tenía ni siquiera una mínima experiencia en el campo armero, por lo que el sistema de cierre fue sugerido por algunos ingenieros militares que, por lo que se cuenta, copiaron de un proyecto de Stecke recuperado durante la invasión de Polonia, una hipótesis completamente falsa dado que Polonia fue invadida en 1939 y los dibujos de la nueva ametralladora ya estaban preparados a finales de 1937, por lo que parece muy probable que los proyectistas tomaran como punto de referencia un sistema de cierre ideado en 1928 por el Mayor Barresi, del Regio Ejército Italiano, quien realizó una ametralladora con un sistema de cierre de dos esferas contrapuestas integrándolo, en parte, en un prototipo de ametralladora patentado por Stecke en los Estados Unidos en 1937.
Prescindiendo de quién fuera la musa inspiradora, a los alemanes les corresponde el mérito indiscutible de haber conseguido simplificar al máximo un cierre conceptualmente válido, pero demasiado complicado ya que tanto el prototipo de Stecke como el de Barresi utilizaban un cañón fijo combinado con una precámara que controlaba el movimiento de los rodillos, a su vez accionada por un saliente en el castillo. En abril de 1938, las tres empresas presentaron físicamente las armas: el modelo de Grussfuss tenía un castillo realizado con dos hojas de lámina estampada y el sistema de cierre de rodillos se demostró válido y poco sujeto a golpes incluso cuando se utilizaba en un ambiente arenoso. La única pega era el sistema de sustitución del cañón, considerado demasiado complicado. La Rehinmetall y la Stubgen presentaron dos ametralladoras que funcionaban mediante recuperación de gas, las cuales fueron abandonadas inmediatamente debido a la fácil acumulación de residuos carbonosos en la cámara de expansión, por lo que, en consecuencia, se decidió continuar sólo con la creación de Gruner. En julio de 1938, Gruner volvió a presentar su creación con algunas modificaciones que consistían en un castillo realizado en una sola pieza aumentando la rigidez, y en un nuevo sistema de liberación del cañón inspirado en gran parte en el que se utilizó en el Breda 30 italiano. La ametralladora de la Grussfuss no estuvo exenta de defectos, por lo que fue necesario aportar algunas modificaciones más que dieron origen a la cuarta versión, presentada el 12 de octubre de 1938 y, posteriormente, a la quinta, presentada en febrero de 1939 y denominada MG 39, entregada en pequeñas cantidades a los estudiantes de la escuela de infantería de Doberitz.
Después de dos años de pruebas durante las que aparecieron numerosos defectos de importancia secundaria, rápidamente subsanados, el 20 de marzo de 1941, la ametralladora, rebautizada para la ocasión con el nombre MG 39/41, fue presentada al Oberkommando des Heeres, es decir, el comandante en jefe del ejército. Una vez obtenido el parecer favorable del Oberkommando, para octubre del mismo año se prepararon 1.500 ejemplares para distribuir a las tropas que operaban en el frente oriental y en África; a principios del año siguiente, con todos los pareceres favorables posibles, fue oficialmente adoptada con el nombre de Maschinnen Gewher 42. La producción en serie comenzó inmediatamente; sin embargo, debido a algunos problemas de elaboración, a finales de 1942 se entregaron sólo 17.250 ametralladoras. Al año siguiente la producción fue de 119.500 ejemplares, y en 1944 se llegaron a construir 219.500 ejemplares más. En los primeros meses de año 1945, después de los continuos bombardeos que sufrieron gran parte de las empresas que construían componentes en régimen de subcontrata, la producción descendió a 17.500 armas al mes y, posteriormente, durante los últimos meses de la guerra, se fabricaron de forma discontinua y, debido a la destrucción de los archivos, no se sabe con exactitud cuántas se realizaron, incluso porque Gurner, al terminar el conflicto, se trasladó a Alemania del Este y de él nunca más se tuvieron noticias.
La MG 42 fue la mejor arma de la Segunda Guerra Mundial ya que, además de ser extremadamente económica de producir, funcionaba en cualquier condición ambiental, desde las arenas de África hasta el hielo de la estepa rusa, e incluso hoy, con alguna variante, aún se utiliza en los mayores ejércitos del mundo. En 1945, los americanos, sabiendo el inmenso potencial del arma, intentaron modificarla de forma que pudiera alimentarse con cartuchos 30-60; sin embargo, cometieron algunos errores en el cálculo de tolerancias, por lo que la ametralladora preparada para la munición de ordenanza americana se encasquillaba con frecuencia; los americanos, en vez de intentar poner remedio, lo que hicieron fue diseñar una nueva (de todas formas, inspirándose en otra arma alemana, la Fallshirmjager Gewher 42) creando la M 60, una ametralladora que todavía hoy se considera inferior a la MG 42. En 1950, el ejército alemán fue reconstruido con el beneplácito de los Estados Unidos. La primera cosa que hizo el Ministerio de Defensa fue comprar en los países limítrofes grandes cantidades de MG 42 de la Segunda Guerra Mundial y, en 1958, la Rheinmetall volvió a producir este arma rebautizándola con el nombre de MG 1. Para comenzar la producción, la Rheinmetall tuvo que empezar de cero rediseñando todos los componentes, ya que los proyectos y todas las máquinas se las llevaron los rusos. En el nuevo proyecto se hizo mucho hincapié en la intercambiabilidad de los componentes con las armas producidas durante la Segunda Guerra Mundial, aunque muchos elementos tuvieron que ser completamente rediseñados ya que la nueva MG, en lugar de estar preparada para el ya obsoleto 8 Mauser, fue construida para la munición NATO 308 Winchester.
La ametralladora reproyectada por la Rheinmetall tenía un obturador que pesaba 550 gramos parecido al de la Segunda Guerra Mundial con el que se obtenía una cadencia de tiro de 1.600 disparos por minuto. En 1959, después de la elevada usura del cañón, se decidió cromar el ánima como en los modelos bélicos; el nuevo modelo fue rebautizado nuevamente con el nombre de MG 1 Al. Ese mismo año se produjo una nueva variante denominada Mg 1 A2, en la que el obturador de 550 gramos fue sustituido por otro más pesado de 950 gramos, el cual, combinado con una fricción sobre el pistón al final del recorrido, reducía la cadencia de tiro a 800 disparos por minuto. Además, el sistema de alimentación fue ligeramente modificado de forma que pudiera aceptar indiferentemente tanto las manillas autodisgregantes modelo Ml 3 de origen USA, como las alemanas no disgregables modelo DM-1. El modelo MG 1 A3 se diferencia de todas las versiones anteriores por tener el reforzador de retroceso en la cámara de expansión de los gases construido de una única pieza en lugar de en dos componentes separados, lo que disminuía notablemente los costes de producción. La Rheinmetall, además de producir ex novo la MG 42, se especializó en la reconversión, en calibre Nato, de los viejos modelos preparados para el 8 Mauser; en este caso, la ametralladora modificada se denominó MG 2. El último esfuerzo de la empresa alemana fue la comercialización de la MG 3, que no es otra cosa que una MG 1 A3 mejorada en el sistema de alimentación, es decir, en el sistema de arrastre de la cinta, el cual fue reforzado para poder arrastrar un mayor número de proyectiles; además, el recipiente en el que se apoyaba la cinta durante la carga se dotó de un muelle de retención de forma que bloqueaba en posición el primer cartucho durante la fase de reposicionamiento de la cubierta (en los viejos modelos, con frecuencia, la cinta, por efecto de la gravedad, se salía del arma).
Este último modelo, a pesar de ser el último en orden cronológico, se resiente de las modificaciones realizadas en el modelo MG 1 A3, destinadas a reducir los costes de producción y, por tanto; también las mejoras, por otra parte, poco importantes, equilibradas por las modificaciones aportadas en la elaboración de los componentes; en Italia, por ejemplo, en vez de producir con licencia la nueva MG 3, se ha preferido mantener la MG 1 A2, rebautizándola con el nombre de ametralladora Ligera 42/59, cualitativamente superior al modelo siguiente. La 42/59 italiana se fabrica en gran parte en la fábrica Beretta, a pesar de que otras empresas, como la Franchi, coparticipan construyendo algunos componentes; además, en la primavera de 1994, el Studio Militare Armamenti Leggeri de Terni, en colaboración con Beretta, desarrolló y produjo una conversión especial en calibre 5,56 Nato. La conversión no es permanente, por lo que cada arma reconvertida para el calibre 5,56 Nato puede volver a ser de calibre 7,62 Nato sin necesidad de que intervenga un armero. La conversión viene dada por el ejército en espera de recibir las novísimas ametralladoras Minimí fabricadas en Italia por Beretta bajo licencia FN. La Maschinen Gewher, a pesar de tener a sus espaldas más de medio siglo de historia, es un arma todavía extremadamente válida y técnicamente superior a muchas ametralladoras contemporáneas, como la M 60 americana, y permanecerá seguramente durante mucho tiempo al flanco de muchos ejércitos como arma de apoyo preparada para el calibre 7,62 Nato. Al contrario, la versión 5;56 Nato, destinada a ser arma de apoyo, tendrá una vida más bien breve ya que tiene un peso muy elevado, lo cual se penaliza en relación con ametralladoras más ligeras y modernas, como la Minimí. LA MG 42 carga 50 cartuchos por tambor, 75 cartuchos por la cartuchera y 250 cartuchos por la cinta. La velocidad en la boca es de 755 m./sg., teniendo una cadencia de tiro de 1.650 m/sg.
Prescindiendo de quién fuera la musa inspiradora, a los alemanes les corresponde el mérito indiscutible de haber conseguido simplificar al máximo un cierre conceptualmente válido, pero demasiado complicado ya que tanto el prototipo de Stecke como el de Barresi utilizaban un cañón fijo combinado con una precámara que controlaba el movimiento de los rodillos, a su vez accionada por un saliente en el castillo. En abril de 1938, las tres empresas presentaron físicamente las armas: el modelo de Grussfuss tenía un castillo realizado con dos hojas de lámina estampada y el sistema de cierre de rodillos se demostró válido y poco sujeto a golpes incluso cuando se utilizaba en un ambiente arenoso. La única pega era el sistema de sustitución del cañón, considerado demasiado complicado. La Rehinmetall y la Stubgen presentaron dos ametralladoras que funcionaban mediante recuperación de gas, las cuales fueron abandonadas inmediatamente debido a la fácil acumulación de residuos carbonosos en la cámara de expansión, por lo que, en consecuencia, se decidió continuar sólo con la creación de Gruner. En julio de 1938, Gruner volvió a presentar su creación con algunas modificaciones que consistían en un castillo realizado en una sola pieza aumentando la rigidez, y en un nuevo sistema de liberación del cañón inspirado en gran parte en el que se utilizó en el Breda 30 italiano. La ametralladora de la Grussfuss no estuvo exenta de defectos, por lo que fue necesario aportar algunas modificaciones más que dieron origen a la cuarta versión, presentada el 12 de octubre de 1938 y, posteriormente, a la quinta, presentada en febrero de 1939 y denominada MG 39, entregada en pequeñas cantidades a los estudiantes de la escuela de infantería de Doberitz.
Después de dos años de pruebas durante las que aparecieron numerosos defectos de importancia secundaria, rápidamente subsanados, el 20 de marzo de 1941, la ametralladora, rebautizada para la ocasión con el nombre MG 39/41, fue presentada al Oberkommando des Heeres, es decir, el comandante en jefe del ejército. Una vez obtenido el parecer favorable del Oberkommando, para octubre del mismo año se prepararon 1.500 ejemplares para distribuir a las tropas que operaban en el frente oriental y en África; a principios del año siguiente, con todos los pareceres favorables posibles, fue oficialmente adoptada con el nombre de Maschinnen Gewher 42. La producción en serie comenzó inmediatamente; sin embargo, debido a algunos problemas de elaboración, a finales de 1942 se entregaron sólo 17.250 ametralladoras. Al año siguiente la producción fue de 119.500 ejemplares, y en 1944 se llegaron a construir 219.500 ejemplares más. En los primeros meses de año 1945, después de los continuos bombardeos que sufrieron gran parte de las empresas que construían componentes en régimen de subcontrata, la producción descendió a 17.500 armas al mes y, posteriormente, durante los últimos meses de la guerra, se fabricaron de forma discontinua y, debido a la destrucción de los archivos, no se sabe con exactitud cuántas se realizaron, incluso porque Gurner, al terminar el conflicto, se trasladó a Alemania del Este y de él nunca más se tuvieron noticias.
La MG 42 fue la mejor arma de la Segunda Guerra Mundial ya que, además de ser extremadamente económica de producir, funcionaba en cualquier condición ambiental, desde las arenas de África hasta el hielo de la estepa rusa, e incluso hoy, con alguna variante, aún se utiliza en los mayores ejércitos del mundo. En 1945, los americanos, sabiendo el inmenso potencial del arma, intentaron modificarla de forma que pudiera alimentarse con cartuchos 30-60; sin embargo, cometieron algunos errores en el cálculo de tolerancias, por lo que la ametralladora preparada para la munición de ordenanza americana se encasquillaba con frecuencia; los americanos, en vez de intentar poner remedio, lo que hicieron fue diseñar una nueva (de todas formas, inspirándose en otra arma alemana, la Fallshirmjager Gewher 42) creando la M 60, una ametralladora que todavía hoy se considera inferior a la MG 42. En 1950, el ejército alemán fue reconstruido con el beneplácito de los Estados Unidos. La primera cosa que hizo el Ministerio de Defensa fue comprar en los países limítrofes grandes cantidades de MG 42 de la Segunda Guerra Mundial y, en 1958, la Rheinmetall volvió a producir este arma rebautizándola con el nombre de MG 1. Para comenzar la producción, la Rheinmetall tuvo que empezar de cero rediseñando todos los componentes, ya que los proyectos y todas las máquinas se las llevaron los rusos. En el nuevo proyecto se hizo mucho hincapié en la intercambiabilidad de los componentes con las armas producidas durante la Segunda Guerra Mundial, aunque muchos elementos tuvieron que ser completamente rediseñados ya que la nueva MG, en lugar de estar preparada para el ya obsoleto 8 Mauser, fue construida para la munición NATO 308 Winchester.
La ametralladora reproyectada por la Rheinmetall tenía un obturador que pesaba 550 gramos parecido al de la Segunda Guerra Mundial con el que se obtenía una cadencia de tiro de 1.600 disparos por minuto. En 1959, después de la elevada usura del cañón, se decidió cromar el ánima como en los modelos bélicos; el nuevo modelo fue rebautizado nuevamente con el nombre de MG 1 Al. Ese mismo año se produjo una nueva variante denominada Mg 1 A2, en la que el obturador de 550 gramos fue sustituido por otro más pesado de 950 gramos, el cual, combinado con una fricción sobre el pistón al final del recorrido, reducía la cadencia de tiro a 800 disparos por minuto. Además, el sistema de alimentación fue ligeramente modificado de forma que pudiera aceptar indiferentemente tanto las manillas autodisgregantes modelo Ml 3 de origen USA, como las alemanas no disgregables modelo DM-1. El modelo MG 1 A3 se diferencia de todas las versiones anteriores por tener el reforzador de retroceso en la cámara de expansión de los gases construido de una única pieza en lugar de en dos componentes separados, lo que disminuía notablemente los costes de producción. La Rheinmetall, además de producir ex novo la MG 42, se especializó en la reconversión, en calibre Nato, de los viejos modelos preparados para el 8 Mauser; en este caso, la ametralladora modificada se denominó MG 2. El último esfuerzo de la empresa alemana fue la comercialización de la MG 3, que no es otra cosa que una MG 1 A3 mejorada en el sistema de alimentación, es decir, en el sistema de arrastre de la cinta, el cual fue reforzado para poder arrastrar un mayor número de proyectiles; además, el recipiente en el que se apoyaba la cinta durante la carga se dotó de un muelle de retención de forma que bloqueaba en posición el primer cartucho durante la fase de reposicionamiento de la cubierta (en los viejos modelos, con frecuencia, la cinta, por efecto de la gravedad, se salía del arma).
Este último modelo, a pesar de ser el último en orden cronológico, se resiente de las modificaciones realizadas en el modelo MG 1 A3, destinadas a reducir los costes de producción y, por tanto; también las mejoras, por otra parte, poco importantes, equilibradas por las modificaciones aportadas en la elaboración de los componentes; en Italia, por ejemplo, en vez de producir con licencia la nueva MG 3, se ha preferido mantener la MG 1 A2, rebautizándola con el nombre de ametralladora Ligera 42/59, cualitativamente superior al modelo siguiente. La 42/59 italiana se fabrica en gran parte en la fábrica Beretta, a pesar de que otras empresas, como la Franchi, coparticipan construyendo algunos componentes; además, en la primavera de 1994, el Studio Militare Armamenti Leggeri de Terni, en colaboración con Beretta, desarrolló y produjo una conversión especial en calibre 5,56 Nato. La conversión no es permanente, por lo que cada arma reconvertida para el calibre 5,56 Nato puede volver a ser de calibre 7,62 Nato sin necesidad de que intervenga un armero. La conversión viene dada por el ejército en espera de recibir las novísimas ametralladoras Minimí fabricadas en Italia por Beretta bajo licencia FN. La Maschinen Gewher, a pesar de tener a sus espaldas más de medio siglo de historia, es un arma todavía extremadamente válida y técnicamente superior a muchas ametralladoras contemporáneas, como la M 60 americana, y permanecerá seguramente durante mucho tiempo al flanco de muchos ejércitos como arma de apoyo preparada para el calibre 7,62 Nato. Al contrario, la versión 5;56 Nato, destinada a ser arma de apoyo, tendrá una vida más bien breve ya que tiene un peso muy elevado, lo cual se penaliza en relación con ametralladoras más ligeras y modernas, como la Minimí. LA MG 42 carga 50 cartuchos por tambor, 75 cartuchos por la cartuchera y 250 cartuchos por la cinta. La velocidad en la boca es de 755 m./sg., teniendo una cadencia de tiro de 1.650 m/sg.