Obligados intercesores, juntos con la Virgen, entre Dios y los hombres, los santos sirven de norma de actuación para el laicado más exigente. Respecto a su dimensión publica, su culto es celebrado en el marco del año litúrgico y forma parte por lo tanto de las prácticas catequéticas colectivas. Además su capacidad taumatúrgica, de carácter a la vez público y privado, tiene un enorme calado entre los fieles.
, bien de su cuerpo, sus vestidos o de los instrumentos con que le torturaron. Suelen ser veneradas
El culto a las reliquias
Un aspecto fundamental de la religiosidad popular es sin duda la veneración a las reliquias de los santos, elemento motor a su vez de no pocos movimientos de peregrinación. Verdaderas o falsas, las reliquias fundamentan en todos los fieles una de las más firmes creencias de todas las épocas.