Reinas y señoras
Compartir
Datos principales
Desarrollo
Pero no fue la situación de consorte de reyes su única vinculación con el poder. Sabemos que en determinados momentos, fueron mujeres las que dirigían la vida en algunas de las ciudades mayas. Ciertamente, son pocos los casos que conocemos, lo que nos lleva a pensar que se trataba de situaciones más bien excepcionales. Pero demuestran que la mujer no estaba excluida de las funciones más elevadas de gobierno. La práctica casi obsesiva de los mayas por dejar grabadas en piedra las fechas de los principales acontecimientos de la historia de cada ciudad, nos han permitido conocer las secuencias de reyes, y en ocasiones entre los nombres aparecen algunos femeninos. En este sentido se ha podido hablar de una "Señora de Tikal", que ejerció un correinado, la "reina madre de Caracol", esposa y madre de reyes de esta ciudad, a la que llegó para desposarse a mediados del siglo VI, o la "Señora Seis Cielo", figura clave para las relaciones entre la ciudad de Dos Pilas y la de Naranjo. Esta Señora Seis Cielo aparece representada en varios relieves de la ciudad de Calakmul. Fue hija de un gobernante que reinó en dos Pilas a mediados del siglo VII. Enviada para forjar una alianza con la ciudad de Naranjo, los datos hacen referencia a su llegada en el año 682 d.C. A pesar de que nunca debió ser investida como reina propia de la ciudad de Naranjo, su protagonismo en la historia de esta ciudad es indudable. Aparece representada en dos relieves pisando a un enemigo, escena ciertamente excepcional en el arte maya por estar protagonizada por una mujer lo que indica su importancia política.
Igualmente su participación en rituales calendáricos muestra el papel de esta señora dentro de la elite religiosa de la ciudad. Probablemente ejerció como regente de su hijo. Otra muestra de la presencia de mujeres de elite en las ciudades mayas son los enterramientos suntuosos que albergan restos femeninos. Especialmente singular fue el hallazgo realizado en Palenque, cerca del Templo de las Inscripciones, donde reposaban los restos del gran rey Pakal, y responde al sepulcro de una mujer que gobernó esta ciudad, la "Reina Roja". Gráfico Este descubrimiento, realizado en la última década del siglo XX de la tumba de la llamada "Reina Roja" en Palenque, ha modificado muchos planteamiento acerca de cuál fue verdaderamente el papel de la mujer en estas sociedades mayas. Se trata de una sepultura que corresponde a un personaje de elite, y al estudiar los restos se comprobó que correspondían a una mujer de mediana edad, fallecida en torno a las 40 ó 45 años. La "Reina Roja" fue denominada así provisionalmente por sus descubridores por estar recubierta de cinabrio, tratamiento que recibían los grandes señores en el entorno maya. Además, junto a su cuerpo se encontraron diversos objetos y, lo que es aún más significativos, los cuerpos de dos personas que fueron sacrificadas para acompañar a la Dama en su viaje tras la muerte. Uno de los esqueletos corresponde a un niño de once años, sobre el que se había practicado la deformación craneana ritual.
El otro es de una mujer de unos treinta años. No se ha fijado aún con certeza la identidad de esta mujer, aunque se barajan varias posibilidades, teniendo en cuenta que conocemos los nombres de algunas mujeres destacadas en al historia de Palenque. Parece que la primera reina de esta ciudad fue la Señora Yohl Ik´nal, Señora Corazón del Lugar del Viento (583-604). Hermana o hija del rey Kan B´alam I, que falleció sin dejar heredero varón. Fue de las escasísimas mujeres del Clásico que ostentó títulos reales completos y disfrutó de un periodo entero de gobierno. Entre las inscripciones que hacen referencia a la etapa de su gobierno, una nos habla de un ataque sufrido por la ciudad en abril de 599, protagonizado por los habitantes de Calakmul. Otra mujer que podría ser la "Reina Roja" es la Señora Sak K´uk´(Quetzal resplandeciente). Hija de un príncipe, Janaab´ Pakal. Fue la madre del gran rey K´inich Janaab´ Pakal. Parece que durante tres años ella gobernó la ciudad (aunque no aparece en las secuencias de reyes) y, durante la minoría de edad de su hijo (subió al trono con doce años) ejerció algún tipo de regencia. Existe un relieve en el palacio de Palenque donde aparece la Señora presentando a su hijo el día de su inicio como rey. Este rey Pakal es que dio mayor auge a la ciudad de Palenque, en el siglo VII de nuestra era. En cualquier caso, los objetos hallados en la tumba hablan de la importancia de la difunta. Se han hallado restos de máscaras funeraria, cuentas de jade, diademas, agujas de hueso, etc. Además de objetos cerámicos. Lo Más llamativo es el hecho de que el cuerpo se hallara en el interior de un sarcófago dentro de la cámara funeraria. Lo habitual es que a los mayas se les inhumara bajo su vivienda, o bajo los templos, directamente en el suelo, sobre cistas y en el interior de cámaras. Son excepcionales los casos en que, como a Pakal o a la "Reina Roja", se le enterró en el interior de un sarcófago.
Igualmente su participación en rituales calendáricos muestra el papel de esta señora dentro de la elite religiosa de la ciudad. Probablemente ejerció como regente de su hijo. Otra muestra de la presencia de mujeres de elite en las ciudades mayas son los enterramientos suntuosos que albergan restos femeninos. Especialmente singular fue el hallazgo realizado en Palenque, cerca del Templo de las Inscripciones, donde reposaban los restos del gran rey Pakal, y responde al sepulcro de una mujer que gobernó esta ciudad, la "Reina Roja". Gráfico Este descubrimiento, realizado en la última década del siglo XX de la tumba de la llamada "Reina Roja" en Palenque, ha modificado muchos planteamiento acerca de cuál fue verdaderamente el papel de la mujer en estas sociedades mayas. Se trata de una sepultura que corresponde a un personaje de elite, y al estudiar los restos se comprobó que correspondían a una mujer de mediana edad, fallecida en torno a las 40 ó 45 años. La "Reina Roja" fue denominada así provisionalmente por sus descubridores por estar recubierta de cinabrio, tratamiento que recibían los grandes señores en el entorno maya. Además, junto a su cuerpo se encontraron diversos objetos y, lo que es aún más significativos, los cuerpos de dos personas que fueron sacrificadas para acompañar a la Dama en su viaje tras la muerte. Uno de los esqueletos corresponde a un niño de once años, sobre el que se había practicado la deformación craneana ritual.
El otro es de una mujer de unos treinta años. No se ha fijado aún con certeza la identidad de esta mujer, aunque se barajan varias posibilidades, teniendo en cuenta que conocemos los nombres de algunas mujeres destacadas en al historia de Palenque. Parece que la primera reina de esta ciudad fue la Señora Yohl Ik´nal, Señora Corazón del Lugar del Viento (583-604). Hermana o hija del rey Kan B´alam I, que falleció sin dejar heredero varón. Fue de las escasísimas mujeres del Clásico que ostentó títulos reales completos y disfrutó de un periodo entero de gobierno. Entre las inscripciones que hacen referencia a la etapa de su gobierno, una nos habla de un ataque sufrido por la ciudad en abril de 599, protagonizado por los habitantes de Calakmul. Otra mujer que podría ser la "Reina Roja" es la Señora Sak K´uk´(Quetzal resplandeciente). Hija de un príncipe, Janaab´ Pakal. Fue la madre del gran rey K´inich Janaab´ Pakal. Parece que durante tres años ella gobernó la ciudad (aunque no aparece en las secuencias de reyes) y, durante la minoría de edad de su hijo (subió al trono con doce años) ejerció algún tipo de regencia. Existe un relieve en el palacio de Palenque donde aparece la Señora presentando a su hijo el día de su inicio como rey. Este rey Pakal es que dio mayor auge a la ciudad de Palenque, en el siglo VII de nuestra era. En cualquier caso, los objetos hallados en la tumba hablan de la importancia de la difunta. Se han hallado restos de máscaras funeraria, cuentas de jade, diademas, agujas de hueso, etc. Además de objetos cerámicos. Lo Más llamativo es el hecho de que el cuerpo se hallara en el interior de un sarcófago dentro de la cámara funeraria. Lo habitual es que a los mayas se les inhumara bajo su vivienda, o bajo los templos, directamente en el suelo, sobre cistas y en el interior de cámaras. Son excepcionales los casos en que, como a Pakal o a la "Reina Roja", se le enterró en el interior de un sarcófago.