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Datos principales
Desarrollo
CAPÍTULO II De los géneros de idolatrías que han usado los indios La idolatría, dice el Sabio, y por él el Espíritu Santo, que es causa y principio y fin de todos los males, y por eso el enemigo de los hombres ha multiplicado tantos géneros y suertes de idolatría, que pensar de contarlos por menudo es cosa infinita. Pero reduciendo la idolatría a cabezas, hay dos linajes de ella: una es cerca de cosas naturales; otra cerca de cosas imaginadas o fabricadas por invención humana. La primera de estas se parte en dos, porque o la cosa que se adora es general como sol, luna, fuego, tierra, elementos, o es particular como tal río, fuente o árbol, o monte, y cuando no por su especie sino en particular, son adoradas estas cosas, y este género de idolatría se usó en el Pirú en gran exceso, y se llama propriamente guaca. El segundo género de idolatría, que pertenece a invención o ficción humana, tiene también otras dos diferencias: una de lo que consiste en pura arte e invención humana, como es adorar ídolos o estatua de palo, o de piedra o de oro, como de Mercurio o Palas, que fuera de aquella pintura o escultura, ni es nada ni fue nada. Otra diferencia es de lo que realmente fue y es algo, pero no lo que finge el idólatra que lo adora, como los muertos o cosas suyas que por vanidad y lisonja adoran los hombres. De suerte que por todas contamos cuatro maneras de idolatría que usan los infieles, y de todas convendrá decir algo.