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CAPITULO X Dáse una breve noticia de los minerales de plata y oro de que abunda la provincia de Quito y del methodo de extraer el metal en algunos de oro 1019 Siendo, como todos saben, una de las riquezas que componen el patrimonio de los reynos y provincias del Perú y aun de todas las Indias occidentales los preciosos minerales que, fixos en sus venas, penetran en ramificaciones diversas toda la extension de sus paises, merece la mayor recomendacion en ellos la que los logra en mayor numero y donde la extraccion de los metales es mas quantiosa, de tal modo que, compitiendo el privilegio de la primacía á la natural fertilidad del terreno, no hace eco la abundancia de las miesses en aquellos territorios que, agradecidos al trabajo del labrador, vuelven con excessivas creces las simientes que se les confiaron si al mismo tiempo, abiertas las entrañas de la tierra, no embelesan la atencion del minero con la copiosa rendicion de los metales; no son de entidad los fértiles pastos de que lozanamente se cubren las campañas si, embutidas las piedrezuelas que, ocultas, guarda aquella aparente costra de materia tosca, no lisongean la vista del que las solicita, y la facil producion de cosas, que en la realidad son los dones mas excelentes de la naturaleza para la comodidad de la vida humana, no es estimada á proporcion que lo deberia ser quando las venas de la tierra dexan de contribuir en briscados copos abundantes porciones de fina plata. Es esto de tal modo que, mudadas las suertes en aquellas partes, solo goza el nombre de rica la provincia en donde por mas parages se desentrañan los metales, aunque en la realidad sea tan pobre de los restantes frutos que haya de recurrir á los que le subministran otras para la subsistencia de las gentes que se ocupan en el exercicio de los metales, y como pobres son reputadas y en la realidad lo son por las señales aparentes las que, abundando en ganado, pródigas en frutos, comodas en los temples y colmadas de las riquezas mayores, ó no están sus entrañas tan penetradas de minerales preciosos ó se han dexado olvidar con el descuido sus labores.
Sucede esto y se hace tan palpable que, sin entrar en muy prolixo examen, lo advierte luego la vista, y se presenta la causa á la razon. Son aquellos paises como una estancia passagera, donde la plata y el oro, saliendo de su centro para empezar á viajar, apenas se detienen algun poco que no continúen con presurosa diligencia hasta passar á otros distantes reynos, siendo en el suyo propio donde hacen menos demora, propension tan general en todas las Indias que no hay en ellas ni poblacion ni provincia en la qual no se observe esto con una misma regularidad, proviniendo, como se dexa entender, de que, siendo cosa indispensable en todas ellas el consumo de los generos y efectos de Europa, son estos los que, passando á aquellas partes, quedan substituidos en el lugar de los metales, obligandolos á que vengan y ocupen el lugar que ellos tuvieron donde fueron fabricadas. 1020 En la provincia que no se trabajan minas aun la riqueza de los frutos descaece, de modo que no se manifiesta en ella porque la falta ó escasez de dinero contribuye á que sus precios sean tan inferiores que, no incitando las ganancias á la aplicacion del labrador, dexa este de sembrar lo que pudiera y se contenta solo con aquello que es proporcionado al regular consumo y á lo que puede expender con moderada estimacion. Y como todo lo que entra en cambio de estos frutos, quando logran tener fuera algun despacho, vuelve á salir á trueque de los efectos y generos de Europa, siempre queda escasa de dinero y siempre es pobre faltandole, tal vez aún para proveerse, de lo que necessita.
No sucede lo mismo en las otras abundantes de minerales pues, siendo estos el objeto que llama la aplicacion de sus moradores, al passo que se apartan de allí las riquezas, salen otras de los senos de la tierra; y con su misma succesiva extraccion, ni se carece de los generos de Europa ni de frutos aunque la esterilidad de su suelo los escasea ó la rigidez del clima no los permita, pues acude de todas partes á participar de la riqueza de metales y permutarse con ellos quanto se puede apetecer ó ser preciso para las necessidades de la vida. Pero es, sin duda, que la provincia donde la riqueza de los minerales y la de su fertilidad concurriessen igualmente, sería mas excelente que las otras á quienes falte uno ú otro beneficio; la de Quito pudiera reputarse por de aquellas, siendo en frutos la mas pingue de todo el Perú, en gentío, la mas poblada, assi de indios como de españoles, en ganados, la mas abastecida, en fabricas, la mas laboriosa, y en minas, si no la mas pródiga, no menos rica que qualquiera de las otras adonde la naturaleza ha derramado todo el esmero de sus favores, pero parece que la suerte, queriendo aún en ello no singularizar a ninguna, negó á esta el genial concurso de las gentes para que á un tiempo no se aprovechassen de todos los beneficios que ofrece su país, pues no es facil encontrar otra razon que disculpe á los de la provincia de Quito el no tener aplicacion á la labor de las minas. Assi, aunque son muchas las que hay descubiertas, y por estas se puede congeturar no sean cortas las que encierren aquellas cordilleras, son en reducido numero las que se trabajan, con particularidad en lo que se estienden los corregimientos; por esta razon, amortiguada allí la riqueza, no tiene brios la fertilidad ni la abundancia de aquella tierra para brillar tanto como otras del Perú, donde la plata rueda, y con esta es grande el lucimiento de sus habitadores y su descanso.
1021 De los muchos minerales que se contienen en la provincia de Quito, se trabajaron en la antiguedad algunos que no gozan este beneficio en los presentes tiempos. Entonces reconocia su ventaja aquel país, y aun todavia se conservan memorias de la opulencia en que estuvo, manteniendose con las riquezas que de él se sacaban. Los vecindarios de que entonces constaban, tanto la ciudad capital como todas las otras, eran mas crecidos, y, sobresaliendo los caudales de algunos de sus moradores, hacian eco en lo demás del Perú. Perdieronse los ricos minerales que encierra la jurisdiccion de Macas por la sublevacion de los indios y no se procuraron recuperaron, de suerte que con el transcurso del tiempo hasta la memoria de los sitios donde determinadamente estaban se obscureció; descaecieron las labores de las minas de Zaruma porque empezó á olvidarse allí el arte de beneficiar los metales y faltó la aplicacion en las gentes para dedicarse á ello, y al mismo respeto fue experimentando su decadencia toda la provincia; y sin faltarle aquella fertilidad y abundancia que siempre gozó como propia de su clima, fue apagandose la sumptuosidad de tal suerte que yá el presente no es sombra de lo que fue ni luce en ella aquella riqueza de que antes hacía obstentacion, pues, á proporcion que ahora le entra en cambio de sus texidos y frutos, la plata que estos producen en Lima y Valles necessita expenderla y que vuelva á salir en trueque de generos de Europa y assi no se vé allí, como yá dexo advertido en otra parte, aquella abundancia de oro y plata que es regular en las otras provincias mas meridionales.
1022 Lo que ha quedado gozando sin descaecimiento de toda la riqueza, general antes en la provincia de Quito, es lo que participa del govierno de Popayán porque en todo él son muchos los minerales de oro que hay, y en gran numero los que se trabajan; y para que los curiosos no echen menos sus noticias, haré memoria de los mas principales, y del modo de beneficiar en ellos el oro por ser distinto del que se acostumbra en las minas de Caxa, continuando despues con la de los demás minerales que se conocen en la extension de aquella provincia. 1023 Todo lo que comprehende la jurisdiccion de Popayán es muy abundante de minas de oro, de tal suerte que con la diferencia de trabajarse en unos partidos mas que en otros en todos se saca oro á proporcion, yendo cada vez en aumento los descubrimientos y labores de nuevas minas, y esto contribuye no poco al aumento de aquellas poblaciones sin embargo de la incomodidad que ofrecen algunos de sus temperamentos. Los partidos de Cali, Buga, Almaguer y Barbacoas son entre los pertenecientes á la provincia de Quito los mas ricos de este precioso metal, y nunca se cessa de trabajar en sus minas, con la particularidad de que, no teniendo el oro ninguna mezcla con otra suerte de metales ó cuerpos, su beneficio es mucho mas simple y facil, pues no se necessita de azogue para él; assi, es este oro el que se saca en lavadero y, saliendo en polvo, se le dá este nombre. 1024 Las minas en que se cria el oro de estos partidos no son de Caxa, como las regulares de plata ó muchas que hay de oro de la misma especie, esto es, que no están encallejonadas y comprehendidas como entre dos guardas ó murallas naturales donde se encierra el metal, sino que se halla esparcido, mezclado con la tierra y piedras de aquellos sitios que son propios de él.
En la misma conformidad que las arenas, se suelen encontrar interpoladas con tierra de distintas especies; assi, toda la dificultad en sacarlo consiste en separar de la tierra los granos de oro, lo qual se hace con gran facilidad por medio de los arroyos y conductos de agua, sin cuyo auxilio nunca lo podrian conseguir. Esta providencia es tan necessaria en los minerales de la especie que quedan descritos como en los de Caxa, de donde los metales de plata y oro salen unidos á otros cuerpos y jugos porque, despues de haver hecho en ellos el beneficio que piden segun calidad con el azogue, entre el de el lavado quando están en disposicion de recibirlo, y con él se separan las lamas y lo que estas contienen, dexando limpio el cuerpo de metal compuesta de azogue y oro ó plata, segun la especie del que se beneficia. 1025 El modo que tienen en toda la jurisdiccion de Popayán para extraer oro consiste en cabar la tierra del mineral, y, sacandola de él, la van depositando en una cocha ó estanque grande hecho á este fin, en el qual, junta aquella porcion que es proporcionada á su cabida, dexan que corra el agua hasta que se llene, teniendo dispuesto un conducto que la dirija á ella para poderlo hacer guando sea necessario. Estando en esta conformidad, mueven dentro de aquel estanque la tierra que, yá hecha lodo, está en él para que lo mas ligero vaya saliendo por otro conducto que sirve de desague; y, assi, continuan hasta que, á fuerza de moverlo solo, queda en el fondo aquello mas pesado, como son las piedrecillas, las arenas y el oro; despues que logran ponerlo en este estado, entran cogiendolo al rededor con movimiento pronto y uniforme y remudando las aguas, vá separandose lo meos pesado de lo mas solido, y queda el oro al fin en el fondo de la batea, limpio de todo lo que antes hacia mezcla con él.
Lo regular es hallarse en granos tan pequeños como menuda arena, por lo que se le dá el nombre de oro en polvo, pero tambien suele haver puntas y pepitas tal vez grandes, otras veces medianas, aunque por lo regular son pequeñas. Las aguas que salen de esta cocha van á parar á otra que está algo mas abaxo, en la qual vuelve á quedar detenido todo lo pesado, y, haviendo concluido con el lavado en la primera, passan á hacer la misma diligencia en la que sigue para sacar aquello mas liviano, que por su mucha pequeñez con el movimiento y la corriente del agua pudo salir envuelto con la tierra y otras escorias; y ultimamente, si quieren, para no desperdiciar nada, lo vuelven á repassar en una tercera cocha, aunque yá en esta es muy corto lo que se suele recoger. 1026 Este trabajo se hace en todos los minerales pertenecientes á la jurisdiccion de Popayán con negros esclavos que cada dueño de minas tiene para sus labores, y, regularmente, mientras los unos están lavando, se emplean los otros en cortar material, y assi no tienen lugar de parar los lavaderos. La ley de este oro es por lo regular de 22 quilates, alguno passa de ella y llega hasta 23, y, por el contrario, baxa tambien aunque no es comun que sea menos de 21 quilates. En el partido de Chocó, haviendo muchas minas de lavadero como las que se acaban de explicar, se encuentran tambien algunas donde, por estar disfrazado y envuelto el oro con otros cuerpos metalicos, jugos y piedras, necessita para su beneficio del auxilio del azogue; y tal vez se hallan minerales donde la platina, piedra de tanta resistencia que no es facil romperla ni desmenuzarla con la fuerza del golpe sobre el yunque de acero, es causa de que se abandonen porque ni la calcinacion la vence ni hay arbitrio para extraer el metal que encierra sino á expensas de mucho trabajo y costo.
Tambien se encuentran entre estas minas algunas donde hay mezclado con el oro el metal de Tumbaga, tan fina y con las mismas propiedades que la del Oriente, siendo la mas singular en ella el no criar verdin ni extraerse por medios de los accidos, como sucede con el cobre ordinario. 1027 Del oro que se saca en todos estos lavaderos ó minas de la provincia de Quito mucha parte circula en ella, pero se detiene allí poco tiempo porque inmediatamente continúa su curso acia Lima, y esta es la que en alguna manera ayuda á sostenerla para que no descaezca enteramente; otra gran porcion se dirige inmediatamente acia Santa Fé ó Cartagena, la qual no es regular entre en Quito. 1028 En el partido de la villa de Zaruma, que pertenece al corregimiento de Loxa, hay varios assientos de minas de oro, y aunque de poca ley porque no excede de 18 quilates y baxa hasta 16, son tan abundantes que, puesto en ley de 20 quilates, dexa mas utilidad á los mineros que la que dan otras minas, donde el oro tiene por sí esta ley y acude regular. En los tiempos passados se trabajan muchas betas pero ya ha descaecido tanto la aplicacion de aquellos habitadores que son muy raras las que están corrientes. El beneficio de estos metales se hace por medio de azogue, y todas las que hay allí son minas de Caxa. Lo mismo que las minas de Zaruma, experimentan otras tambien de oro que hay en la jurisdiccion del govierno de Jaén de Bracamoros; de estas se sacaban grandes porciones havrá cosa de 80 á 100 años, pero desde que los indios de aquellas partes, á imitacion de los de Macas, se sublevaron, quedaron olvidadas enteramente, y nunca se ha hecho diligencia de volverlas á descubrir para beneficiarlas.
El oro que de ellas se sacaba, aunque no era de tanta ley como el de la jurisdiccion de Popayán, excedia con mucho á el de Zaruma, y todavia sacan los indios alguno en porciones cortas quando la urgencia los obliga á valerse de este recurso para pagar el tributo; entonces, se encaminan á algun arroyo ó rio esperando para practicarlo á su creciente, lavan en ellos las arenas que lleva envueltas y, sacando aquello que con precision necessitan, dan a mano á la faena sin fatigarse en sacar mayor porcion. A proporcion de lo que passa con estas, se nota lo mismo en otras varias que hay descubiertas en todo el país de aquella provincia. Una de ellas está en la jurisdiccion del assiento de Latacunga y en terminos del pueblo de Angamarca, la qual tuvo á su cargo en los tiempos passados cierto vecino de allí llamado Sanabria, siendo tanta la abundancia del rico metal que se sacaba que para no perder tiempo en sus labores las hacia continuas de noche y de día, teniendo á este fin porcion de negros esclavos, con los quales repetia las tareas mientras era de noche, y de día empleaba en ello á los indios; el accidente casual de un derrumbo, causado por un horrible temporal, le cerró enteramente la entrada, y, no haviendo podido conseguir su descubrimiento, quedó oculta hasta que, despues de muchas diligencias practicadas por varios sugetos, uno mas afortunado logró que, con la casualidad de otra formidable tempestad y un aguacero que á ella siguió, se descubriesse en parte el año de 1743, y este feliz sucesso le empeñó para continuar en sus labores.
1029 A este respeto, hay noticias de otras muchas minas en la jurisdiccion de aquella provincia con señales de haverse trabajado en varios tiempos y sacado de ellas copia de metal; y aunque parece que su naturaleza ó disposicion es mas propia ó adequada para minas de oro, no faltan betas de plata en abundancia y con grandes muestras de riqueza, siendo evidentes señales que lo confirman las muchas que se han registrado en las Caxas reales y Audiencia de Quito, y con especialidad algunas que modernamente se han trabajado aunque con poco fomento; de este numero, podrá ser la llamada Guacaya, en la jurisdiccion de Zicchos, terminos de Latacunga, y otra que á cosa de dos leguas de la antecedente está tambien de plata; en entrambas se trabajó algun tiempo pero nunca passaron sus labores de la superficie de la tierra, y esto provenía de que las personas que estaban hechas cargo de ellas no tenían caudal propio ni fomento de otros para adelantarlas. La mas famosa de este partido, entre las varias de plata que hay en él, es una distante del pueblo de Zicchos cosa de 18 leguas nombrada Sarapullo, en la qual se hizo algun trabajo y fue preciso suspender las labores por no tener el minero aquellos fondos que se necessitaban. 1030 No abundan menos que en el corregimiento de Latacunga en los demás las muestras de ricos minerales aunque no se conozcan descubiertas en ellos tantas minas. En el de Quito se conserva con esta fama el cerro de Pichincha, y algunos granos de oro, que se suelen sacar de él lavando las arenas de sus arroyos, son suficiente prueba para acreditarlo, bien que no hay noticias ni rastro en todo lo que puede registrarse en aquel cerro de haver en él mina formal ni de que estuviesse descubierta ó se trabajasse en otro tiempo, pero esto no debe ser estraño quando los derrumbos, que con los temporales y el transcurso del tiempo se hacen, son capaces de desfigurarlas tanto que no queden indicios de ella, y solo la aplicacion y el trabajo las puede volver á descubrir, dedicándose especialmente á conseguirlo.
Además de este cerro, en toda su cordillera, no menos que en la oriental de Guamaní y en varios otros parages y quebradas, hay los mismos rastros de contenerse en ellos minerales ricos. 1031 Passando con la especulacion á examinar los partidos de Otabalo y villa de San Miguel de Ibarra, se encuentran á la primera vista, en los territorios pertenecientes al pueblo de Cayambe, entre las faldas y cordilleras del nevado cerro Cayanzburo, las memorias y antiguas noticias de haver allí unos minerales de mucha riqueza que tuvieron labores en tiempo de la gentilidad, y se sacaba de ellos mucha copia de metal; en las inmediaciones del pueblo de Mira, entre varios cerros que conservan igual fama, hay uno nombrado Pachon, que la tiene mas acreditada con el exemplar de haver sacado de él grande riqueza pocos años há un vecino del mismo pueblo. Ninguna de estas se trabaja, y no es de admirar á vista del abandono en que están las descubiertas y que son mas conocidas. 1032 Todo el país de Pallactanga, en la jurisdiccion de la villa de Riobamba, se compone de minerales de plata y oro, y es tanta la abundancia de los que hay en todo este corregimiento que una sola persona de las que conocí en aquella villa, y mas se señaló en cortejarnos y á toda la compañia francesa, tenia registradas por sí en las Caxas reales de Quito 18 betas distintas de plata y de oro, todas ricas y de buena ley. En esto se particularizan tanto que, solo conservando en mi poder la certificacion original, podría atreverme á decir que, ensayados en Lima por el mismo interessado los metales de una de aquellas betas, que era de los que los mineros llaman negrillos, certificó el ensayador general Don Juan Antonio de la Mota y Torres en 27 de diciembre de 1728 haver encontrado en ellos que correspondía á 80 marcos de plata por cada caxon, cosa la mas monstruosa que se puede imaginar, pues, segun lo regular, se tienen por ricas las minas que rinden de 8 á 10 marcos de plata por caxon, el qual consta de 50 quintales de mineral, como sucede en las de Potosí y Lzpes, en las quales, aun siendo necessario el acarreto del mineral desde aquellos parages en donde se saca á otros mas comodos donde se les dá el beneficio, y crecidos los gastos que para él se ofrecen, no solo sufragan para todos con 10 marcos por caxon sino que dexan ganancias sobresalientes.
Assi, hay otras muchas minas en diversos parages donde el caxon solo rinde despues de beneficiado 6 ó 5 marcos de plata, baxando aún hasta tres, las quales se pueden beneficiar por hallarse en paises comodos, donde los mantenimientos son baratos y abundantes y muchas las gentes para trabajar en las tareas de las minas por jornal no crecido. 1033 Además de las riquezas que la fama divulga hallarse depositadas en las entrañas de aquellos cerros que pertenecen á la jurisdiccion de Cuenca, de que es solo prueba la tradicion de los antiguos indios, hay parages en donde se encuentran minas descubiertas y que se han trabajado en los modernos tiempos, bien que no con aquella aplicacion que se requeria para lograr el todo de las utilidades que podían ofrecer. Una de estas se hallaba en las tierras pertenecientes al partido de Alausí y distante de una hacienda llamada Susña cosa de seis leguas; el dueño de esta con sus negros y indios, quando las regulares tareas de su hacienda cessaban y le permitian la oportunidad para ello, hacía sacar el mineral y lo beneficiaba, reconociendo en las utilidades que le dexaba su mucha riqueza; pero, como su caudal no era suficiente para seguir estas labores con continuacion sin que descaeciessen las de la hacienda, nunca pudo darles el fomento necessario para que produxessen porciones crecidas de plata en correspondencia de las muchas que prometian. A este respeto, está todo aquel país tan dotado de minas que, si la inclinacion de los habitadores se dedicasse á su beneficio, no se les aventajarian en la abundancia ni en la riqueza las muchas de que blasonan y con que se han adquirido tanto nombre las provincias meridionales del Perú.
Pero no sucede assi, no encontrandose otra razon para su abandono que la mucha abundancia de mantenimientos que hay en aquel país y el poco valor de ellos; con que, satisfechos sus moradores teniendo con menos fatiga lo preciso para la vida, no se apresuran á querer desentrañar las riquezas que están depositadas en los senos de la tierra; y de esto se sigue que, no haviendo caudales opulentos entre los vecindarios de aquellas ciudades y poblaciones grandes, falta la proporcion para poder emprender el trabajo de las minas, en el qual, antes de purificarse los metales y de quedar en líquida plata ú oro, tienen que passar por las operaciones del beneficio, siendo preciso consumir en ello sumas considerables. A esto se agrega que, si alguno de sus moradores muestra inclinacion por esta parte, los demás, con la aprehension de que las minas atrassan los caudales, lo miran como hombre fanatico que busca su perdicion; y, procurando apartarlo de estas ideas, si no lo consiguen, se alexan al menos de su trato, precabiendose de que los inficione con sus maximas; assi, no deberá hacerse estraño que, siendo segun las muestras tan ricas aquellas minas, no haya quien las apetezca y desee utilizarse en la extraccion de sus metales porque generalmente miran todos con horror este exercicio por la falta de uso que hay de él, lo que no sucede en las provincias meridionales del Perú, donde los mineros famosos son hombres de estimacion, de caudales crecidos y de las primeras familias de aquellas partes, á distincion de los mineros de poca consideracion, que tambien los hay entre los muchos que se emplean en el beneficio de los metales y labores de las minas.
1034 Al modo que en los corregimientos de la provincia de Quito, abundan tambien los minerales de metales preciosos en los goviernos de Quijos y Macas; el de Jaén los tiene sobresalientes, y no menos los de Maynes y Atacames. Por lo perteneciente al primero, es, sin duda, que los indios de las orillas del Marañón, lavando las arenas de algunos rios que descargan en él sus aguas, sacaban oro; y debiendo assignarle á este un cierto origen, es forzoso lo haya de tener en las minas de aquel territorio. Por lo correspondiente al segundo, se estima por, sin duda, que las riveras de los rios de Santiago y de Mira están llenas de venas de oro, como lo acredita la experiencia, pues los mulatos y mestizos lavan y sacan de entre las arenas algunas cortas porciones de él; pero no haviendose jamás dedicado unos ni otros á descubrir las minas principales, se dexa de trabajar en ellas con formalidad. 1035 Lo mismo que sucede en aquella provincia con las minas de oro y plata se experimenta con las de los otros metales y piedras de que tambien abunda, siendo de ningun aprecio para sus moradores. No se diría que possee completamente riquezas aquella provincia si á los minerales de oro y plata no correspondiessen los que son precisos para la extraccion de estos y demás menesteres de la vida, ó no sería ser rico en minerales aquel país si solo se ciñesse á los dos mas principales. Para que no tuviesse, pues, que apetecer en esta parte, lo dotó tambien la naturaleza de minerales de azogue, los quales se hallan acia la parte austral de toda la provincia, en los terminos del pueblo que tiene el mismo nombre y es perteneciente al corregimiento de Cuenca; sacabase de él en los tiempos passados para el beneficio de aquellas minas pero despues se prohibió enteramente su extraccion con el motivo de que en todos aquellos reynos no quedassen corrientes otras que las de Guancavelica y de que se evitasse por este medio el fraude que se reconocia en los quintos, sacando azogue de contrabando y abasteciendo con él las minas que debian tomarlo de las Caxas reales á donde pertenecian ó del assiento principal.
El fin fue muy conducente para el logro de lo que se deseaba, pues, no sacandose el azogue mas que de unas minas, será menos frequente el fraude que beneficiandose en distintas; pero es constante, assimismo, que el haverse cerrado estas ha contribuido en parte á que descaezcan las labores de las de plata en toda la provincia de Quito tan considerablemente como se experimenta y que, entrando en examen del inconveniente, será facil encontrar remedio para aprovecharse de su riqueza sin el temor que obligó á aquella providencia. 1036 A este respeto, dando credito al dictamen de algunos naturalistas y á las muestras que se dexan percibir bien patentes, havremos de convenir en que el territorio sobre que está fundada la ciudad de Cuenca sea todo mineral de hierro, cuya vena se descubre en los derrumbos de algunas quebradas, y los pedazos que se sacan de sus barrancos no dexan duda en ello, assi por el color y peso como por la propiedad de unirse á lo tocado con piedra imán aquellas pequeñas particulas despues de polvorizadas, y muchos hombres inteligentes en esta especie de minas asseguran no solamente serlo de hierro pero abundar en la vena este metal, cuya calidad no es facil averiguar sin hacer experiencia para ello. 1037 Assimismo, no es dudable que si el desvelo de aquellos moradores se dedicasse á ello se encontrarían tal vez minas de cobre, de estaño y de plomo, de las que ahora no se tiene noticia, siendo muy regular que no falten donde hay tantas de los metales mas preciosos, como lo es el que con estos se crien el cobre y el plomo, pues lo contrario se nota con estrañeza. En el capitulo siguiente daré algunas noticias de otros minerales que se hallan en aquella provincia, particularmente de las piedras especiales que la adornan, para que por todos modos se conozca lo mucho y muy particular que en sí comprehende.
Sucede esto y se hace tan palpable que, sin entrar en muy prolixo examen, lo advierte luego la vista, y se presenta la causa á la razon. Son aquellos paises como una estancia passagera, donde la plata y el oro, saliendo de su centro para empezar á viajar, apenas se detienen algun poco que no continúen con presurosa diligencia hasta passar á otros distantes reynos, siendo en el suyo propio donde hacen menos demora, propension tan general en todas las Indias que no hay en ellas ni poblacion ni provincia en la qual no se observe esto con una misma regularidad, proviniendo, como se dexa entender, de que, siendo cosa indispensable en todas ellas el consumo de los generos y efectos de Europa, son estos los que, passando á aquellas partes, quedan substituidos en el lugar de los metales, obligandolos á que vengan y ocupen el lugar que ellos tuvieron donde fueron fabricadas. 1020 En la provincia que no se trabajan minas aun la riqueza de los frutos descaece, de modo que no se manifiesta en ella porque la falta ó escasez de dinero contribuye á que sus precios sean tan inferiores que, no incitando las ganancias á la aplicacion del labrador, dexa este de sembrar lo que pudiera y se contenta solo con aquello que es proporcionado al regular consumo y á lo que puede expender con moderada estimacion. Y como todo lo que entra en cambio de estos frutos, quando logran tener fuera algun despacho, vuelve á salir á trueque de los efectos y generos de Europa, siempre queda escasa de dinero y siempre es pobre faltandole, tal vez aún para proveerse, de lo que necessita.
No sucede lo mismo en las otras abundantes de minerales pues, siendo estos el objeto que llama la aplicacion de sus moradores, al passo que se apartan de allí las riquezas, salen otras de los senos de la tierra; y con su misma succesiva extraccion, ni se carece de los generos de Europa ni de frutos aunque la esterilidad de su suelo los escasea ó la rigidez del clima no los permita, pues acude de todas partes á participar de la riqueza de metales y permutarse con ellos quanto se puede apetecer ó ser preciso para las necessidades de la vida. Pero es, sin duda, que la provincia donde la riqueza de los minerales y la de su fertilidad concurriessen igualmente, sería mas excelente que las otras á quienes falte uno ú otro beneficio; la de Quito pudiera reputarse por de aquellas, siendo en frutos la mas pingue de todo el Perú, en gentío, la mas poblada, assi de indios como de españoles, en ganados, la mas abastecida, en fabricas, la mas laboriosa, y en minas, si no la mas pródiga, no menos rica que qualquiera de las otras adonde la naturaleza ha derramado todo el esmero de sus favores, pero parece que la suerte, queriendo aún en ello no singularizar a ninguna, negó á esta el genial concurso de las gentes para que á un tiempo no se aprovechassen de todos los beneficios que ofrece su país, pues no es facil encontrar otra razon que disculpe á los de la provincia de Quito el no tener aplicacion á la labor de las minas. Assi, aunque son muchas las que hay descubiertas, y por estas se puede congeturar no sean cortas las que encierren aquellas cordilleras, son en reducido numero las que se trabajan, con particularidad en lo que se estienden los corregimientos; por esta razon, amortiguada allí la riqueza, no tiene brios la fertilidad ni la abundancia de aquella tierra para brillar tanto como otras del Perú, donde la plata rueda, y con esta es grande el lucimiento de sus habitadores y su descanso.
1021 De los muchos minerales que se contienen en la provincia de Quito, se trabajaron en la antiguedad algunos que no gozan este beneficio en los presentes tiempos. Entonces reconocia su ventaja aquel país, y aun todavia se conservan memorias de la opulencia en que estuvo, manteniendose con las riquezas que de él se sacaban. Los vecindarios de que entonces constaban, tanto la ciudad capital como todas las otras, eran mas crecidos, y, sobresaliendo los caudales de algunos de sus moradores, hacian eco en lo demás del Perú. Perdieronse los ricos minerales que encierra la jurisdiccion de Macas por la sublevacion de los indios y no se procuraron recuperaron, de suerte que con el transcurso del tiempo hasta la memoria de los sitios donde determinadamente estaban se obscureció; descaecieron las labores de las minas de Zaruma porque empezó á olvidarse allí el arte de beneficiar los metales y faltó la aplicacion en las gentes para dedicarse á ello, y al mismo respeto fue experimentando su decadencia toda la provincia; y sin faltarle aquella fertilidad y abundancia que siempre gozó como propia de su clima, fue apagandose la sumptuosidad de tal suerte que yá el presente no es sombra de lo que fue ni luce en ella aquella riqueza de que antes hacía obstentacion, pues, á proporcion que ahora le entra en cambio de sus texidos y frutos, la plata que estos producen en Lima y Valles necessita expenderla y que vuelva á salir en trueque de generos de Europa y assi no se vé allí, como yá dexo advertido en otra parte, aquella abundancia de oro y plata que es regular en las otras provincias mas meridionales.
1022 Lo que ha quedado gozando sin descaecimiento de toda la riqueza, general antes en la provincia de Quito, es lo que participa del govierno de Popayán porque en todo él son muchos los minerales de oro que hay, y en gran numero los que se trabajan; y para que los curiosos no echen menos sus noticias, haré memoria de los mas principales, y del modo de beneficiar en ellos el oro por ser distinto del que se acostumbra en las minas de Caxa, continuando despues con la de los demás minerales que se conocen en la extension de aquella provincia. 1023 Todo lo que comprehende la jurisdiccion de Popayán es muy abundante de minas de oro, de tal suerte que con la diferencia de trabajarse en unos partidos mas que en otros en todos se saca oro á proporcion, yendo cada vez en aumento los descubrimientos y labores de nuevas minas, y esto contribuye no poco al aumento de aquellas poblaciones sin embargo de la incomodidad que ofrecen algunos de sus temperamentos. Los partidos de Cali, Buga, Almaguer y Barbacoas son entre los pertenecientes á la provincia de Quito los mas ricos de este precioso metal, y nunca se cessa de trabajar en sus minas, con la particularidad de que, no teniendo el oro ninguna mezcla con otra suerte de metales ó cuerpos, su beneficio es mucho mas simple y facil, pues no se necessita de azogue para él; assi, es este oro el que se saca en lavadero y, saliendo en polvo, se le dá este nombre. 1024 Las minas en que se cria el oro de estos partidos no son de Caxa, como las regulares de plata ó muchas que hay de oro de la misma especie, esto es, que no están encallejonadas y comprehendidas como entre dos guardas ó murallas naturales donde se encierra el metal, sino que se halla esparcido, mezclado con la tierra y piedras de aquellos sitios que son propios de él.
En la misma conformidad que las arenas, se suelen encontrar interpoladas con tierra de distintas especies; assi, toda la dificultad en sacarlo consiste en separar de la tierra los granos de oro, lo qual se hace con gran facilidad por medio de los arroyos y conductos de agua, sin cuyo auxilio nunca lo podrian conseguir. Esta providencia es tan necessaria en los minerales de la especie que quedan descritos como en los de Caxa, de donde los metales de plata y oro salen unidos á otros cuerpos y jugos porque, despues de haver hecho en ellos el beneficio que piden segun calidad con el azogue, entre el de el lavado quando están en disposicion de recibirlo, y con él se separan las lamas y lo que estas contienen, dexando limpio el cuerpo de metal compuesta de azogue y oro ó plata, segun la especie del que se beneficia. 1025 El modo que tienen en toda la jurisdiccion de Popayán para extraer oro consiste en cabar la tierra del mineral, y, sacandola de él, la van depositando en una cocha ó estanque grande hecho á este fin, en el qual, junta aquella porcion que es proporcionada á su cabida, dexan que corra el agua hasta que se llene, teniendo dispuesto un conducto que la dirija á ella para poderlo hacer guando sea necessario. Estando en esta conformidad, mueven dentro de aquel estanque la tierra que, yá hecha lodo, está en él para que lo mas ligero vaya saliendo por otro conducto que sirve de desague; y, assi, continuan hasta que, á fuerza de moverlo solo, queda en el fondo aquello mas pesado, como son las piedrecillas, las arenas y el oro; despues que logran ponerlo en este estado, entran cogiendolo al rededor con movimiento pronto y uniforme y remudando las aguas, vá separandose lo meos pesado de lo mas solido, y queda el oro al fin en el fondo de la batea, limpio de todo lo que antes hacia mezcla con él.
Lo regular es hallarse en granos tan pequeños como menuda arena, por lo que se le dá el nombre de oro en polvo, pero tambien suele haver puntas y pepitas tal vez grandes, otras veces medianas, aunque por lo regular son pequeñas. Las aguas que salen de esta cocha van á parar á otra que está algo mas abaxo, en la qual vuelve á quedar detenido todo lo pesado, y, haviendo concluido con el lavado en la primera, passan á hacer la misma diligencia en la que sigue para sacar aquello mas liviano, que por su mucha pequeñez con el movimiento y la corriente del agua pudo salir envuelto con la tierra y otras escorias; y ultimamente, si quieren, para no desperdiciar nada, lo vuelven á repassar en una tercera cocha, aunque yá en esta es muy corto lo que se suele recoger. 1026 Este trabajo se hace en todos los minerales pertenecientes á la jurisdiccion de Popayán con negros esclavos que cada dueño de minas tiene para sus labores, y, regularmente, mientras los unos están lavando, se emplean los otros en cortar material, y assi no tienen lugar de parar los lavaderos. La ley de este oro es por lo regular de 22 quilates, alguno passa de ella y llega hasta 23, y, por el contrario, baxa tambien aunque no es comun que sea menos de 21 quilates. En el partido de Chocó, haviendo muchas minas de lavadero como las que se acaban de explicar, se encuentran tambien algunas donde, por estar disfrazado y envuelto el oro con otros cuerpos metalicos, jugos y piedras, necessita para su beneficio del auxilio del azogue; y tal vez se hallan minerales donde la platina, piedra de tanta resistencia que no es facil romperla ni desmenuzarla con la fuerza del golpe sobre el yunque de acero, es causa de que se abandonen porque ni la calcinacion la vence ni hay arbitrio para extraer el metal que encierra sino á expensas de mucho trabajo y costo.
Tambien se encuentran entre estas minas algunas donde hay mezclado con el oro el metal de Tumbaga, tan fina y con las mismas propiedades que la del Oriente, siendo la mas singular en ella el no criar verdin ni extraerse por medios de los accidos, como sucede con el cobre ordinario. 1027 Del oro que se saca en todos estos lavaderos ó minas de la provincia de Quito mucha parte circula en ella, pero se detiene allí poco tiempo porque inmediatamente continúa su curso acia Lima, y esta es la que en alguna manera ayuda á sostenerla para que no descaezca enteramente; otra gran porcion se dirige inmediatamente acia Santa Fé ó Cartagena, la qual no es regular entre en Quito. 1028 En el partido de la villa de Zaruma, que pertenece al corregimiento de Loxa, hay varios assientos de minas de oro, y aunque de poca ley porque no excede de 18 quilates y baxa hasta 16, son tan abundantes que, puesto en ley de 20 quilates, dexa mas utilidad á los mineros que la que dan otras minas, donde el oro tiene por sí esta ley y acude regular. En los tiempos passados se trabajan muchas betas pero ya ha descaecido tanto la aplicacion de aquellos habitadores que son muy raras las que están corrientes. El beneficio de estos metales se hace por medio de azogue, y todas las que hay allí son minas de Caxa. Lo mismo que las minas de Zaruma, experimentan otras tambien de oro que hay en la jurisdiccion del govierno de Jaén de Bracamoros; de estas se sacaban grandes porciones havrá cosa de 80 á 100 años, pero desde que los indios de aquellas partes, á imitacion de los de Macas, se sublevaron, quedaron olvidadas enteramente, y nunca se ha hecho diligencia de volverlas á descubrir para beneficiarlas.
El oro que de ellas se sacaba, aunque no era de tanta ley como el de la jurisdiccion de Popayán, excedia con mucho á el de Zaruma, y todavia sacan los indios alguno en porciones cortas quando la urgencia los obliga á valerse de este recurso para pagar el tributo; entonces, se encaminan á algun arroyo ó rio esperando para practicarlo á su creciente, lavan en ellos las arenas que lleva envueltas y, sacando aquello que con precision necessitan, dan a mano á la faena sin fatigarse en sacar mayor porcion. A proporcion de lo que passa con estas, se nota lo mismo en otras varias que hay descubiertas en todo el país de aquella provincia. Una de ellas está en la jurisdiccion del assiento de Latacunga y en terminos del pueblo de Angamarca, la qual tuvo á su cargo en los tiempos passados cierto vecino de allí llamado Sanabria, siendo tanta la abundancia del rico metal que se sacaba que para no perder tiempo en sus labores las hacia continuas de noche y de día, teniendo á este fin porcion de negros esclavos, con los quales repetia las tareas mientras era de noche, y de día empleaba en ello á los indios; el accidente casual de un derrumbo, causado por un horrible temporal, le cerró enteramente la entrada, y, no haviendo podido conseguir su descubrimiento, quedó oculta hasta que, despues de muchas diligencias practicadas por varios sugetos, uno mas afortunado logró que, con la casualidad de otra formidable tempestad y un aguacero que á ella siguió, se descubriesse en parte el año de 1743, y este feliz sucesso le empeñó para continuar en sus labores.
1029 A este respeto, hay noticias de otras muchas minas en la jurisdiccion de aquella provincia con señales de haverse trabajado en varios tiempos y sacado de ellas copia de metal; y aunque parece que su naturaleza ó disposicion es mas propia ó adequada para minas de oro, no faltan betas de plata en abundancia y con grandes muestras de riqueza, siendo evidentes señales que lo confirman las muchas que se han registrado en las Caxas reales y Audiencia de Quito, y con especialidad algunas que modernamente se han trabajado aunque con poco fomento; de este numero, podrá ser la llamada Guacaya, en la jurisdiccion de Zicchos, terminos de Latacunga, y otra que á cosa de dos leguas de la antecedente está tambien de plata; en entrambas se trabajó algun tiempo pero nunca passaron sus labores de la superficie de la tierra, y esto provenía de que las personas que estaban hechas cargo de ellas no tenían caudal propio ni fomento de otros para adelantarlas. La mas famosa de este partido, entre las varias de plata que hay en él, es una distante del pueblo de Zicchos cosa de 18 leguas nombrada Sarapullo, en la qual se hizo algun trabajo y fue preciso suspender las labores por no tener el minero aquellos fondos que se necessitaban. 1030 No abundan menos que en el corregimiento de Latacunga en los demás las muestras de ricos minerales aunque no se conozcan descubiertas en ellos tantas minas. En el de Quito se conserva con esta fama el cerro de Pichincha, y algunos granos de oro, que se suelen sacar de él lavando las arenas de sus arroyos, son suficiente prueba para acreditarlo, bien que no hay noticias ni rastro en todo lo que puede registrarse en aquel cerro de haver en él mina formal ni de que estuviesse descubierta ó se trabajasse en otro tiempo, pero esto no debe ser estraño quando los derrumbos, que con los temporales y el transcurso del tiempo se hacen, son capaces de desfigurarlas tanto que no queden indicios de ella, y solo la aplicacion y el trabajo las puede volver á descubrir, dedicándose especialmente á conseguirlo.
Además de este cerro, en toda su cordillera, no menos que en la oriental de Guamaní y en varios otros parages y quebradas, hay los mismos rastros de contenerse en ellos minerales ricos. 1031 Passando con la especulacion á examinar los partidos de Otabalo y villa de San Miguel de Ibarra, se encuentran á la primera vista, en los territorios pertenecientes al pueblo de Cayambe, entre las faldas y cordilleras del nevado cerro Cayanzburo, las memorias y antiguas noticias de haver allí unos minerales de mucha riqueza que tuvieron labores en tiempo de la gentilidad, y se sacaba de ellos mucha copia de metal; en las inmediaciones del pueblo de Mira, entre varios cerros que conservan igual fama, hay uno nombrado Pachon, que la tiene mas acreditada con el exemplar de haver sacado de él grande riqueza pocos años há un vecino del mismo pueblo. Ninguna de estas se trabaja, y no es de admirar á vista del abandono en que están las descubiertas y que son mas conocidas. 1032 Todo el país de Pallactanga, en la jurisdiccion de la villa de Riobamba, se compone de minerales de plata y oro, y es tanta la abundancia de los que hay en todo este corregimiento que una sola persona de las que conocí en aquella villa, y mas se señaló en cortejarnos y á toda la compañia francesa, tenia registradas por sí en las Caxas reales de Quito 18 betas distintas de plata y de oro, todas ricas y de buena ley. En esto se particularizan tanto que, solo conservando en mi poder la certificacion original, podría atreverme á decir que, ensayados en Lima por el mismo interessado los metales de una de aquellas betas, que era de los que los mineros llaman negrillos, certificó el ensayador general Don Juan Antonio de la Mota y Torres en 27 de diciembre de 1728 haver encontrado en ellos que correspondía á 80 marcos de plata por cada caxon, cosa la mas monstruosa que se puede imaginar, pues, segun lo regular, se tienen por ricas las minas que rinden de 8 á 10 marcos de plata por caxon, el qual consta de 50 quintales de mineral, como sucede en las de Potosí y Lzpes, en las quales, aun siendo necessario el acarreto del mineral desde aquellos parages en donde se saca á otros mas comodos donde se les dá el beneficio, y crecidos los gastos que para él se ofrecen, no solo sufragan para todos con 10 marcos por caxon sino que dexan ganancias sobresalientes.
Assi, hay otras muchas minas en diversos parages donde el caxon solo rinde despues de beneficiado 6 ó 5 marcos de plata, baxando aún hasta tres, las quales se pueden beneficiar por hallarse en paises comodos, donde los mantenimientos son baratos y abundantes y muchas las gentes para trabajar en las tareas de las minas por jornal no crecido. 1033 Además de las riquezas que la fama divulga hallarse depositadas en las entrañas de aquellos cerros que pertenecen á la jurisdiccion de Cuenca, de que es solo prueba la tradicion de los antiguos indios, hay parages en donde se encuentran minas descubiertas y que se han trabajado en los modernos tiempos, bien que no con aquella aplicacion que se requeria para lograr el todo de las utilidades que podían ofrecer. Una de estas se hallaba en las tierras pertenecientes al partido de Alausí y distante de una hacienda llamada Susña cosa de seis leguas; el dueño de esta con sus negros y indios, quando las regulares tareas de su hacienda cessaban y le permitian la oportunidad para ello, hacía sacar el mineral y lo beneficiaba, reconociendo en las utilidades que le dexaba su mucha riqueza; pero, como su caudal no era suficiente para seguir estas labores con continuacion sin que descaeciessen las de la hacienda, nunca pudo darles el fomento necessario para que produxessen porciones crecidas de plata en correspondencia de las muchas que prometian. A este respeto, está todo aquel país tan dotado de minas que, si la inclinacion de los habitadores se dedicasse á su beneficio, no se les aventajarian en la abundancia ni en la riqueza las muchas de que blasonan y con que se han adquirido tanto nombre las provincias meridionales del Perú.
Pero no sucede assi, no encontrandose otra razon para su abandono que la mucha abundancia de mantenimientos que hay en aquel país y el poco valor de ellos; con que, satisfechos sus moradores teniendo con menos fatiga lo preciso para la vida, no se apresuran á querer desentrañar las riquezas que están depositadas en los senos de la tierra; y de esto se sigue que, no haviendo caudales opulentos entre los vecindarios de aquellas ciudades y poblaciones grandes, falta la proporcion para poder emprender el trabajo de las minas, en el qual, antes de purificarse los metales y de quedar en líquida plata ú oro, tienen que passar por las operaciones del beneficio, siendo preciso consumir en ello sumas considerables. A esto se agrega que, si alguno de sus moradores muestra inclinacion por esta parte, los demás, con la aprehension de que las minas atrassan los caudales, lo miran como hombre fanatico que busca su perdicion; y, procurando apartarlo de estas ideas, si no lo consiguen, se alexan al menos de su trato, precabiendose de que los inficione con sus maximas; assi, no deberá hacerse estraño que, siendo segun las muestras tan ricas aquellas minas, no haya quien las apetezca y desee utilizarse en la extraccion de sus metales porque generalmente miran todos con horror este exercicio por la falta de uso que hay de él, lo que no sucede en las provincias meridionales del Perú, donde los mineros famosos son hombres de estimacion, de caudales crecidos y de las primeras familias de aquellas partes, á distincion de los mineros de poca consideracion, que tambien los hay entre los muchos que se emplean en el beneficio de los metales y labores de las minas.
1034 Al modo que en los corregimientos de la provincia de Quito, abundan tambien los minerales de metales preciosos en los goviernos de Quijos y Macas; el de Jaén los tiene sobresalientes, y no menos los de Maynes y Atacames. Por lo perteneciente al primero, es, sin duda, que los indios de las orillas del Marañón, lavando las arenas de algunos rios que descargan en él sus aguas, sacaban oro; y debiendo assignarle á este un cierto origen, es forzoso lo haya de tener en las minas de aquel territorio. Por lo correspondiente al segundo, se estima por, sin duda, que las riveras de los rios de Santiago y de Mira están llenas de venas de oro, como lo acredita la experiencia, pues los mulatos y mestizos lavan y sacan de entre las arenas algunas cortas porciones de él; pero no haviendose jamás dedicado unos ni otros á descubrir las minas principales, se dexa de trabajar en ellas con formalidad. 1035 Lo mismo que sucede en aquella provincia con las minas de oro y plata se experimenta con las de los otros metales y piedras de que tambien abunda, siendo de ningun aprecio para sus moradores. No se diría que possee completamente riquezas aquella provincia si á los minerales de oro y plata no correspondiessen los que son precisos para la extraccion de estos y demás menesteres de la vida, ó no sería ser rico en minerales aquel país si solo se ciñesse á los dos mas principales. Para que no tuviesse, pues, que apetecer en esta parte, lo dotó tambien la naturaleza de minerales de azogue, los quales se hallan acia la parte austral de toda la provincia, en los terminos del pueblo que tiene el mismo nombre y es perteneciente al corregimiento de Cuenca; sacabase de él en los tiempos passados para el beneficio de aquellas minas pero despues se prohibió enteramente su extraccion con el motivo de que en todos aquellos reynos no quedassen corrientes otras que las de Guancavelica y de que se evitasse por este medio el fraude que se reconocia en los quintos, sacando azogue de contrabando y abasteciendo con él las minas que debian tomarlo de las Caxas reales á donde pertenecian ó del assiento principal.
El fin fue muy conducente para el logro de lo que se deseaba, pues, no sacandose el azogue mas que de unas minas, será menos frequente el fraude que beneficiandose en distintas; pero es constante, assimismo, que el haverse cerrado estas ha contribuido en parte á que descaezcan las labores de las de plata en toda la provincia de Quito tan considerablemente como se experimenta y que, entrando en examen del inconveniente, será facil encontrar remedio para aprovecharse de su riqueza sin el temor que obligó á aquella providencia. 1036 A este respeto, dando credito al dictamen de algunos naturalistas y á las muestras que se dexan percibir bien patentes, havremos de convenir en que el territorio sobre que está fundada la ciudad de Cuenca sea todo mineral de hierro, cuya vena se descubre en los derrumbos de algunas quebradas, y los pedazos que se sacan de sus barrancos no dexan duda en ello, assi por el color y peso como por la propiedad de unirse á lo tocado con piedra imán aquellas pequeñas particulas despues de polvorizadas, y muchos hombres inteligentes en esta especie de minas asseguran no solamente serlo de hierro pero abundar en la vena este metal, cuya calidad no es facil averiguar sin hacer experiencia para ello. 1037 Assimismo, no es dudable que si el desvelo de aquellos moradores se dedicasse á ello se encontrarían tal vez minas de cobre, de estaño y de plomo, de las que ahora no se tiene noticia, siendo muy regular que no falten donde hay tantas de los metales mas preciosos, como lo es el que con estos se crien el cobre y el plomo, pues lo contrario se nota con estrañeza. En el capitulo siguiente daré algunas noticias de otros minerales que se hallan en aquella provincia, particularmente de las piedras especiales que la adornan, para que por todos modos se conozca lo mucho y muy particular que en sí comprehende.