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Datos principales
Desarrollo
CAPITULO X Tráfico y comercio que por la ciudad y rio de Guayaquil se hace entre las provincias del Perú, Tierra Firme y costa de Nueva España y el que con estas mantiene aquel corregimiento de los frutos que produce 483 De dos maneras se debe considerar el comercio que goza Guayaquil. Uno, reciproco, de los frutos y generos de su jurisdiccion; y otro, transitorio, en que, sirviendo como de escala para todas las provincias del Perú, Tierra Firme y Guatemala, es su puerto donde desembarcan los generos que, haviendo hecho travesía de mar, passan á la sierra y, por el contrario, se despachan los que baxan de las provincias de la sierra á lograr la oportuna ocasion de embarcaciones que los conduzcan á los puertos de una y otra costa; y siendo estos dos tráficos de tan distinta calidad, trataré primero del reciproco dexando para despues el transitorio. 484 El cacao, que se debe mirar como uno de sus frutos principales, tiene su salida tanto para Panamá como para los pueblos de Sonsonete, el Realejo y otros de aquella costa sujetos á los reynos de Nueva España y de la misma forma para todos los del Perú, aunque en estos es muy corto su consumo, siendo digno de reparo que en aquella ciudad y su jurisdiccion que tan copiosamente lo produce es donde menos se gasta por ser su consumo poco comun. 485 La madera, que podremos poner en segundo lugar, logra su mayor salida para el puerto del Callao, y alguna vez para los que median entre Guayaquil y este; el costo que tiene á aquel vecindario se reduce á el de su corte, labranza y conducion hasta el estero ó rio immediato, por donde ha de baxar á Guayaquil, y ó bien allí ó en la Puná, hasta cuyo sitio van los navios á la ligera para no calar mucho, hacen la carga de ella; esto se nota regularmente en los que de proposito han ido á aquel puerto á carenar y en los que salen de la fabrica si no tienen destino á otro viage donde consideren mayores utilidades, y con este beneficio ó bien subsanaran por entero el costo de la carena, y aun suelen quedar gananciosos, ó gran parte del de la fabrica.
486 Si las dos especies antecedentes que Guayaquil expende por el comercio son tan quantiosas como se puede inferir de su abundancia, la de la sal no es menor aunque esta solo tiene salida para los pueblos interiores y terrestres de la provincia de Quito. Agreganseles á estos el algodón, arroz, pescado salado y seco, siendo general la salida de los dos primeros tanto para las provincias terrestres como para las maritimas. 487 En quarto y ultimo lugar, hace comercio aquella jurisdiccion con las de la sierra en crecidas porciones de ganado bacuno, mular y potros, que, criandose abundantemente en sus dilatadas sabanas, los remite á aquellas que no son tan abastecidas como lo necessita su consumo. 488 Además de los quatro renglones antecedentes, hay otros menores que se tienen por de poco momento á su correspondencia. Estos son el tabaco, cera, maní, ají, lana de ceibo y algunos otros que, aunque cada uno no merezca por sí tanta atencion, todos juntos no son de menos entidad que uno de aquellos. 489 La lana de ceibo es la producion de un arbol muy crecido y coposo que tiene el mismo nombre, cuyo tronco es derecho y no muy desigual; su hoja, mediana y de figura redonda; vistese frondosamente de una florecita blanca, y en ella forma un capullo ó boton que se vá engrossando hasta pulgada y media y dos de largo y como una de diametro, dentro del qual se contiene la que llaman lana. Luego que ha madurado y secadose el capullo, se abre y dexa libre la que contenía, que, ensanchandose, forma un copo semejante al del algodón pero con un viso algo colorado.
Esta lana es el tacto mucho mas suave y delicada que el algodón; su pelo, mas pequeño y sutil, por cuya razon es comun sentir de aquellos naturales que no se puede hilar, pero yo hago juicio que esto depende de no haver buscado con la diligencia el medio de conseguirlo; y no hay duda que, si se facilitara, mas propiamente se le pudiera dar el nombre de seda de ceibo por su mucha suavidad que el de lana. Lo unico en que hasta el presente ha tenido algun uso es para hacer colchones, y es mas propia para este efecto que ninguna otra cosa, assi por el mejor descanso que ofrece su natural delicadeza quanto por la facilidad que, puesta al sol, se ensancha y levanta tanto que estira el lienzo en que está oprimida hasta dexarlo templado, sin que disminuya de aquel estado quando se retira á la sombra, á menos de que perciba entonces alguna humedad, que es el contrario con que se comprime entre sí. Reputase allí ser la qualidad de esta lana fria en extremo, y por esta razon no la usan tanto como pudieran, pero yo conocí varias personas que toda su vida havian dormido sobre ella sin que les haya causado ningun contrario efecto en la salud. 490 En correspondencia de los generos con que aquella jurisdiccion abastece hasta las mas distintos, recibe de las del Perú para su propio consumo vinos, aguardientes, aceyte y frutas secas de la de Quito, bayetas de la tierra, tucuyos, harinas, papas, puercos salados, perniles, quesos y, á este respeto, otros comestibles; de la de Panamá, los generos que se llevan de Europa en las ferias; y de las de Nueva España, hierro del que se saca en aquellas partes, el qual no tiene tanto valor como el de Europa por ser de calidad agria y vidriosa, pero se aprovecha y consume en aquellas cosas donde no se de impedimento este defecto y, assi, se emplea muy poco de él en las fabricas de los navios que allí se construyen, para los quales y los que se carenan entra de aquella misma costa alquitrán y brea y, ó bien de ella ó del Perú, jarcia de cañamo, aunque estos ultimos efectos, no menos que el hierro de Europa, los llevan los dueños por su quenta, y no se hace comercio de ellos entre los moradores de aquella ciudad.
491 Por lo tocante al comercio transitorio, no es menor su tragin que el del antecedente; componese de la correspondencia que hay entre el reyno de Quito y el de Lima, de los plantíos de viñas y olivares; y en aquel, de las fabricas de paños, bayetas, tucuyos, sargas, sombreros, medias y otras muchas cosas de lana; y siendo menester en él, para la perfeccion de los tintes, la tinta añil, de que carece, va esa á Guayaquil de la costa de Nueva España para el abasto de los obreros que hay en la sierra y provincia de Quito. 492 Estos comercios principalmente se frequentan interin que dura el verano, que es en el que pueden baxar de la sierra los efectos que produce y subir á ella, assi los de Guayaquil como los de los otros puertos y costas que precisamente han de hacer su transito por allí, pero nunca dexa de haver embarcaciones en aquel rio porque los efectos propios de aquella jurisdiccion tienen siempre comodidad para salir de ella por mar. Solo este continuo y grande comercio pudiera haverla sostenida contra los saqueos de pyratas que ha soportado y los efectos del fuego que por tantas veces la han destruido; y unicamente con el comercio y sus utilidades está hoy tan lucida y ensanchada como si desde su fundacion todo huviera sido prosperidad para su engrandecimiento en quanto puede permitirlo la calidad del terreno, su temperamento y pensiones á que está sujeta en el ibierno, segun queda yá expressado.
486 Si las dos especies antecedentes que Guayaquil expende por el comercio son tan quantiosas como se puede inferir de su abundancia, la de la sal no es menor aunque esta solo tiene salida para los pueblos interiores y terrestres de la provincia de Quito. Agreganseles á estos el algodón, arroz, pescado salado y seco, siendo general la salida de los dos primeros tanto para las provincias terrestres como para las maritimas. 487 En quarto y ultimo lugar, hace comercio aquella jurisdiccion con las de la sierra en crecidas porciones de ganado bacuno, mular y potros, que, criandose abundantemente en sus dilatadas sabanas, los remite á aquellas que no son tan abastecidas como lo necessita su consumo. 488 Además de los quatro renglones antecedentes, hay otros menores que se tienen por de poco momento á su correspondencia. Estos son el tabaco, cera, maní, ají, lana de ceibo y algunos otros que, aunque cada uno no merezca por sí tanta atencion, todos juntos no son de menos entidad que uno de aquellos. 489 La lana de ceibo es la producion de un arbol muy crecido y coposo que tiene el mismo nombre, cuyo tronco es derecho y no muy desigual; su hoja, mediana y de figura redonda; vistese frondosamente de una florecita blanca, y en ella forma un capullo ó boton que se vá engrossando hasta pulgada y media y dos de largo y como una de diametro, dentro del qual se contiene la que llaman lana. Luego que ha madurado y secadose el capullo, se abre y dexa libre la que contenía, que, ensanchandose, forma un copo semejante al del algodón pero con un viso algo colorado.
Esta lana es el tacto mucho mas suave y delicada que el algodón; su pelo, mas pequeño y sutil, por cuya razon es comun sentir de aquellos naturales que no se puede hilar, pero yo hago juicio que esto depende de no haver buscado con la diligencia el medio de conseguirlo; y no hay duda que, si se facilitara, mas propiamente se le pudiera dar el nombre de seda de ceibo por su mucha suavidad que el de lana. Lo unico en que hasta el presente ha tenido algun uso es para hacer colchones, y es mas propia para este efecto que ninguna otra cosa, assi por el mejor descanso que ofrece su natural delicadeza quanto por la facilidad que, puesta al sol, se ensancha y levanta tanto que estira el lienzo en que está oprimida hasta dexarlo templado, sin que disminuya de aquel estado quando se retira á la sombra, á menos de que perciba entonces alguna humedad, que es el contrario con que se comprime entre sí. Reputase allí ser la qualidad de esta lana fria en extremo, y por esta razon no la usan tanto como pudieran, pero yo conocí varias personas que toda su vida havian dormido sobre ella sin que les haya causado ningun contrario efecto en la salud. 490 En correspondencia de los generos con que aquella jurisdiccion abastece hasta las mas distintos, recibe de las del Perú para su propio consumo vinos, aguardientes, aceyte y frutas secas de la de Quito, bayetas de la tierra, tucuyos, harinas, papas, puercos salados, perniles, quesos y, á este respeto, otros comestibles; de la de Panamá, los generos que se llevan de Europa en las ferias; y de las de Nueva España, hierro del que se saca en aquellas partes, el qual no tiene tanto valor como el de Europa por ser de calidad agria y vidriosa, pero se aprovecha y consume en aquellas cosas donde no se de impedimento este defecto y, assi, se emplea muy poco de él en las fabricas de los navios que allí se construyen, para los quales y los que se carenan entra de aquella misma costa alquitrán y brea y, ó bien de ella ó del Perú, jarcia de cañamo, aunque estos ultimos efectos, no menos que el hierro de Europa, los llevan los dueños por su quenta, y no se hace comercio de ellos entre los moradores de aquella ciudad.
491 Por lo tocante al comercio transitorio, no es menor su tragin que el del antecedente; componese de la correspondencia que hay entre el reyno de Quito y el de Lima, de los plantíos de viñas y olivares; y en aquel, de las fabricas de paños, bayetas, tucuyos, sargas, sombreros, medias y otras muchas cosas de lana; y siendo menester en él, para la perfeccion de los tintes, la tinta añil, de que carece, va esa á Guayaquil de la costa de Nueva España para el abasto de los obreros que hay en la sierra y provincia de Quito. 492 Estos comercios principalmente se frequentan interin que dura el verano, que es en el que pueden baxar de la sierra los efectos que produce y subir á ella, assi los de Guayaquil como los de los otros puertos y costas que precisamente han de hacer su transito por allí, pero nunca dexa de haver embarcaciones en aquel rio porque los efectos propios de aquella jurisdiccion tienen siempre comodidad para salir de ella por mar. Solo este continuo y grande comercio pudiera haverla sostenida contra los saqueos de pyratas que ha soportado y los efectos del fuego que por tantas veces la han destruido; y unicamente con el comercio y sus utilidades está hoy tan lucida y ensanchada como si desde su fundacion todo huviera sido prosperidad para su engrandecimiento en quanto puede permitirlo la calidad del terreno, su temperamento y pensiones á que está sujeta en el ibierno, segun queda yá expressado.