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Datos principales
Desarrollo
Capítulo 27 De cómo los mexicanos llegaron a donde estavan los españoles, siguiendo el alcance Estando los españoles en este pueblo, llegaron gran número de mexicanos con propósito de acabarlos, y asentáronse cerca de una cuesta que se llama Tona, que quiere dezir "nuestra madre". Embiaron luego espías los mexicanos para que espiasen a los españoles, para que viesen cuando començasen a caminar. Y como començaron los españoles a caminar, los espías dieron vozes a los mexicanos, diziéndoles cómo ya los españoles se ivan. Oído esto, luego mexicanos començaron a marchar tras ellos. Los españoles, como los vieron ir tras sí con gran priesa, entendieron querían pelear, y paráronse y pusiéronse en orden de guerra. Y los mexicanos, como eran muchos, tomaron en medio a los españoles, començaron a combatirlos de todas partes, y los españoles mataron muchos mexicanos y tlatilulcanos por cuanto se arrojaron mucho en los españoles, y ansí murieron muchos de ellos y fueron ahuyentados. Haviendo vencido los españoles esta batalla, prosiguieron su camino, y de allí adelante no siguieron los mexicanos. Estuvieron los españoles desde que entraron en México hasta que salieron dozientos y treinta y cinco días; y estuvieron en paz y amistad con los indios ochenta y cinco días. Cuando los españoles huvieron vencido la batalla arriba dicha, luego tomaron su camino para Tlaxcalla, y entrando en el término de Tlaxcalla, los mexicanos se bolvieron. Buscaron entre los muertos las personas señaladas que havían sido muertos, y hiziéronles sus exequias y quemaron sus cuerpos, y tomaron las cenizas.
Y bolviéronse a México, diziendo que los españoles havían huido, que nunca más havían de bolver. Como los españoles huvieron entrado en los términos de Tlaxcalla según la relación de los españoles que allí se hallaron, los principales de Tlaxcalla, ansí hombres como mugeres, salieron a recebirlos con mucha comida. Lleváronlos a su ciudad, llevando a cuestas los que no podían andar, y curando a los heridos. Y llegados a la ciudad de Tlaxcalla les hizieron muy buen tratamiento, y se compadecieron y lloraron por el desastre que les havía acontescido y por los muchos que quedaron muertos en México, ansí los españoles como los indios tlaxcaltecas. Curáronse los españoles, y esforçáronse en la ciudad de Tlaxcalla por más de medio año. Y eran muy pocos para tornar a dar guerra a los mexicanos. En este medio tiempo llegó a Tlaxcalla un Francisco Hernández, español, con trecientos soldados españoles y con muchos cavallos y armas y tiros de artillería y munición. Con esto tomó ánimo el capitán don Hernando Cortés y los que con él estavan que havían escapado de la guerra, para tornarse a aparejar y bolver a conquistar a México.
Y bolviéronse a México, diziendo que los españoles havían huido, que nunca más havían de bolver. Como los españoles huvieron entrado en los términos de Tlaxcalla según la relación de los españoles que allí se hallaron, los principales de Tlaxcalla, ansí hombres como mugeres, salieron a recebirlos con mucha comida. Lleváronlos a su ciudad, llevando a cuestas los que no podían andar, y curando a los heridos. Y llegados a la ciudad de Tlaxcalla les hizieron muy buen tratamiento, y se compadecieron y lloraron por el desastre que les havía acontescido y por los muchos que quedaron muertos en México, ansí los españoles como los indios tlaxcaltecas. Curáronse los españoles, y esforçáronse en la ciudad de Tlaxcalla por más de medio año. Y eran muy pocos para tornar a dar guerra a los mexicanos. En este medio tiempo llegó a Tlaxcalla un Francisco Hernández, español, con trecientos soldados españoles y con muchos cavallos y armas y tiros de artillería y munición. Con esto tomó ánimo el capitán don Hernando Cortés y los que con él estavan que havían escapado de la guerra, para tornarse a aparejar y bolver a conquistar a México.