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Datos principales
Desarrollo
Capítulo 14 De las condiciones y oficios de las mugeres baxas La muger popular de buenas fuerças es trabajadora y de media edad, rezia, fornida, diligente, animosa e varonil e sufrida. La que de está jaez es, es buena, vive bien y castamente, y ninguna cosa reprensible obra, sino que, cuanto haze es de buena y honrada muger, y bien dispuesta, y por esto es estimada corno una piedra preciosa. Y la que de éstas es mala, es mal mirada y mal criada, atrevida y atontada, precipitada en sus cosas, y mal considerada, que no mira bien lo que haze. La muger honrada es cabal y cuerda. La tal, si es buena, es constante y firme, y que no buelve atrás en sus obras, y tal que con Animo de varón sufre cualquier mal que le viene, y aun haze fuerça a sí mesma por no ser vencida de algún infortunio, sino que todo lo que se ofrece adverso lo sufre con grande y mucha paciencia. La que de éstas no es tal, es flaca y vil muger, que haze caer las alas a los otros, ni da ánimo, ni esperan de alguna cosa, muy descontenta, que fácilmente se cansa por nonada, mala en todo e de mala fama y vida. La texedora de labores tiene por oficio texer mantas labradas o galanas y pintadas. La que es buena de este oficio, es entendida y diestra en su oficio, y ansí sabe matizar los colores y ordenar las vandas en las mantas; al fin, házelas galanas y labradas de diversas colores. También tiene por oficio saber hazer orillas de mantas, saber hazer la labor del pecho del huipil, y hazer mantas de tela rala, como es la toca; y por el contrario, hazer las gruesas de hilo gordaço o grueso, a manera de cotonia de Castilla.
La que es mala, es incapaz de este oficio, torpe y haze mala labor, y echa a perder cualquier tela. La hilandera tiene por oficio hazer lo siguiente, conviene a saber: saber escarmenar y sacudir bien lo escarmenado. La que es buena hilandera sabe hilar delgado, parejo e igual, y ansí tiene buena mano, y es diestra en el hilar. También sabe hazer buena maçorca en el huso y devanar o hazer ovillo, y saber concertar el hilo que está en la devanadera para la ordiembre, y saber triplicar los hilos, e saber hilar hilo grueso y floxo. La que no es tal haze tramoxas, y es floxa y perezosa; no ve la hora para dexar lo que haze. La costurera sabe coser y labrar y echar buena labor en todo lo que labra. La que es buena costurera es buena oficiala de su oficio, y echa labores tragando bien primero lo que ha de hazer. La que no es tal, echa puntos largos y manosea lo que cose; haze mala labor en todo, y burla y engaña a los dueños de la obra que se le encomienda. La muger que sabe bien guisar tiene por oficio entender en las cosas siguientes, conviene a saber: hazer bien de corner, hazer tortillas. amasar bien, saber echar la levadura, para todo lo cual es diligente y trabajadora. Y sabe hazer tortillas llanas y redondas y bien hechas, y por el contrario hfizelas prolongadas, o házelas delgadas, o házelas con pliegues, o házelas enrolladas con axí, y saber echar masa de frixoles cozidos en la masa de los tamales, y hazer tamales de carne, como empanadillas, y hazer bollos redondos de masa, y saber hazer tortas anchas, saber guisar de comer y hazer potage del çumo de pepitas.
La que es buena en este oficio sabe probar los guisados si están buenos o no, y es diestra y esperimentada de todo el género de los guisados; entendida y limpia en su oficio, y haze lindos y sabrosos guisados. U que no es tal, no se le entiende bien el oficio; es penosa y molesta, porque guisa mal, suzia y puerca, comilona, gulosa, y las tortillas cuézelas mal, y los guisados de su mano están ahumados o salados, o azedos a las vezes, y tal que en todo es grosera y tosca. La médica es buena conocedora de las propriedades de yervas, raízes, árboles, piedras, y en conocellas tiene muchas esperiencia, no ignorando muchos secretos de la medicina. La que es buena médica sabe bien curar a los enfermos y por el beneficio que les haze casi buélvelos de muerte a vida, haziéndoles mejorar o convalecer con las curas que haze. Sabe sangrar, dar la purga e echar melezina, y untar el cuerpo, ablandar palpando lo que parece duro en alguna parte del cuerpo, y frotarlo con la mano; concertar los huesos; jasar y curar bien las llagas y la gota y el mal de los ojos, y cortar la carnaza de ellos. La que es mala médica usa de la hechizería; supersticiosa en su oficio y tiene pacto con el demonio, e sabe dar bevedizos con que mata a los hombres. E por no saber bien las curas, en lugar de sanar enferma y empeora, y aun pone en peligro de la vida a los enfermos, y al cabo los mata. Y ansí engaña a las gentes con su hechizeria, soplando a los enfermos, atando y desatando sutilmente a los cordeles, mirando en el agua, echando los granos gordos del maíz que suele usar en su superstición, diziendo que por ello entiende y conoce las enfermedades. E para mostrar bien su superstición da a entender que de los dientes saca gusanos, y de las otras partes del cuerpo papel, pedernal, navaja de la tierra. Sacando todo lo, cual, dize que sana a los enfermos, siendo ello falsedad y superstición notoria.
La que es mala, es incapaz de este oficio, torpe y haze mala labor, y echa a perder cualquier tela. La hilandera tiene por oficio hazer lo siguiente, conviene a saber: saber escarmenar y sacudir bien lo escarmenado. La que es buena hilandera sabe hilar delgado, parejo e igual, y ansí tiene buena mano, y es diestra en el hilar. También sabe hazer buena maçorca en el huso y devanar o hazer ovillo, y saber concertar el hilo que está en la devanadera para la ordiembre, y saber triplicar los hilos, e saber hilar hilo grueso y floxo. La que no es tal haze tramoxas, y es floxa y perezosa; no ve la hora para dexar lo que haze. La costurera sabe coser y labrar y echar buena labor en todo lo que labra. La que es buena costurera es buena oficiala de su oficio, y echa labores tragando bien primero lo que ha de hazer. La que no es tal, echa puntos largos y manosea lo que cose; haze mala labor en todo, y burla y engaña a los dueños de la obra que se le encomienda. La muger que sabe bien guisar tiene por oficio entender en las cosas siguientes, conviene a saber: hazer bien de corner, hazer tortillas. amasar bien, saber echar la levadura, para todo lo cual es diligente y trabajadora. Y sabe hazer tortillas llanas y redondas y bien hechas, y por el contrario hfizelas prolongadas, o házelas delgadas, o házelas con pliegues, o házelas enrolladas con axí, y saber echar masa de frixoles cozidos en la masa de los tamales, y hazer tamales de carne, como empanadillas, y hazer bollos redondos de masa, y saber hazer tortas anchas, saber guisar de comer y hazer potage del çumo de pepitas.
La que es buena en este oficio sabe probar los guisados si están buenos o no, y es diestra y esperimentada de todo el género de los guisados; entendida y limpia en su oficio, y haze lindos y sabrosos guisados. U que no es tal, no se le entiende bien el oficio; es penosa y molesta, porque guisa mal, suzia y puerca, comilona, gulosa, y las tortillas cuézelas mal, y los guisados de su mano están ahumados o salados, o azedos a las vezes, y tal que en todo es grosera y tosca. La médica es buena conocedora de las propriedades de yervas, raízes, árboles, piedras, y en conocellas tiene muchas esperiencia, no ignorando muchos secretos de la medicina. La que es buena médica sabe bien curar a los enfermos y por el beneficio que les haze casi buélvelos de muerte a vida, haziéndoles mejorar o convalecer con las curas que haze. Sabe sangrar, dar la purga e echar melezina, y untar el cuerpo, ablandar palpando lo que parece duro en alguna parte del cuerpo, y frotarlo con la mano; concertar los huesos; jasar y curar bien las llagas y la gota y el mal de los ojos, y cortar la carnaza de ellos. La que es mala médica usa de la hechizería; supersticiosa en su oficio y tiene pacto con el demonio, e sabe dar bevedizos con que mata a los hombres. E por no saber bien las curas, en lugar de sanar enferma y empeora, y aun pone en peligro de la vida a los enfermos, y al cabo los mata. Y ansí engaña a las gentes con su hechizeria, soplando a los enfermos, atando y desatando sutilmente a los cordeles, mirando en el agua, echando los granos gordos del maíz que suele usar en su superstición, diziendo que por ello entiende y conoce las enfermedades. E para mostrar bien su superstición da a entender que de los dientes saca gusanos, y de las otras partes del cuerpo papel, pedernal, navaja de la tierra. Sacando todo lo, cual, dize que sana a los enfermos, siendo ello falsedad y superstición notoria.