Cómo dejó Cortés el cargo que llevaba
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Desarrollo
Cómo dejó Cortés el cargo que llevaba Cuando Cortés volvió a donde los navíos estaban con los demás españoles, les habló a todos juntos, diciendo que ya veían cuánta merced les había hecho Dios en guiarlos y traerlos sanos y con bien a una tierra tan buena y tan rica, según las muestras y apariencias habían visto en tan breve espacio de tiempo, y cuán abundante de comida, poblada de gente, más vestida, más pulida y de razón, y que mejores edificios y labranzas tenía de cuantas hasta entonces se habían visto ni descubierto en Indias; y que era de esperar fuese mucho más lo que no veían que lo que parecía, y por tanto que debían dar muchas gracias a Dios y poblar allí, y entrar tierra adentro a gozar la gracia y mercedes del señor; y que para poderlo hacer mejor, le parecía asentar al presente allí, o en el mejor sitio y puerto que pudiesen hallar, y hacerse muy bien fuertes con cerca y fortaleza para defenderse de aquellas gentes de la tierra, que no se alegraban mucho de su venida y permanencia; y aun también para desde allí poder con más facilidad tener amistad y contratación con algunos indios y pueblos comarcanos, como era Cempoallan y otros en los que había contrarios y enemigos de la gente de Moctezuma, y que asentando y poblando, podían descargar los navíos, y enviarlos después a Cuba, Santo Domingo, Jamaica, Boriquen y otras islas, o a España por mas gente, armas y caballos, y por más vestidos y provisiones; y además de esto, era razón de enviar relación y noticia de lo que pasaba a España, al Emperador ley, su señor, con la muestra de oro y plata y cosas ricas de pluma que tenían; y para que todo esto se hiciese con mayor autoridad y consejo, él quería, como su capitán, nombrar cabildo, sacar alcaldes y regidores, y señalar a todos los demás oficiales que eran necesarios para el regimiento y buena gobernación de la villa que habían de hacer, los cuales rigiese, vedasen y mandasen hasta tanto que el Emperador proveyese y mandase lo que más a su servicio conviniese.
Y tras esto, tomó la posesión de toda aquella tierra con la demás por descubrir, en nombre del emperador don Carlos, rey de Castilla. Hizo los demás autos y diligencias que en tal caso se requerían, y lo pidió así por testimonio a Francisco Fernández, escribano real, que estaba presente. Todos respondieron que les parecía muy bien lo que había dicho, y loaban y aprobaban lo que quería hacer; por tanto, que lo hiciese como decía, pues ellos habían venido con él para seguirle y obedecerle. Cortés entonces nombró alcaldes, regidores, procurador, alguacil, escribano y todos los demás oficios a cumplimiento del cabildo entero, en nombre del Emperador, su señor natural; y les entregó después las varas, y puso nombre al concejo la Villarrica de la Veracruz, porque el viernes de la Cruz habían entrado en aquella tierra. Tras estos autos, hizo luego Cortés otro ante el mismo escribano y ante los nuevos alcaldes, que eran Alonso Fernández Portocarrero y Francisco de Montejo, en que dejó, desistió y cedió en manos y poder de ellos, y como justicia real y ordinaria, el mando y cargo de capitán y descubridor que le dieron los frailes jerónimos, que residían y gobernaban en la isla Española por su majestad; y que no quería usar del poder que tenía de Diego Velázquez, lugarteniente del gobernador en Cuba por el almirante de las indias, para rescatar y descubrir, buscando a Juan de Grijalva, por cuanto ninguno de ellos tenía mando ni jurisdicción en aquella tierra, que él y ellos acababan de descubrir, y comenzaban a poblar en nombre del rey de Castilla, como sus naturales y leales vasallos; y así lo pidió por testimonio, y se lo dieron.
Y tras esto, tomó la posesión de toda aquella tierra con la demás por descubrir, en nombre del emperador don Carlos, rey de Castilla. Hizo los demás autos y diligencias que en tal caso se requerían, y lo pidió así por testimonio a Francisco Fernández, escribano real, que estaba presente. Todos respondieron que les parecía muy bien lo que había dicho, y loaban y aprobaban lo que quería hacer; por tanto, que lo hiciese como decía, pues ellos habían venido con él para seguirle y obedecerle. Cortés entonces nombró alcaldes, regidores, procurador, alguacil, escribano y todos los demás oficios a cumplimiento del cabildo entero, en nombre del Emperador, su señor natural; y les entregó después las varas, y puso nombre al concejo la Villarrica de la Veracruz, porque el viernes de la Cruz habían entrado en aquella tierra. Tras estos autos, hizo luego Cortés otro ante el mismo escribano y ante los nuevos alcaldes, que eran Alonso Fernández Portocarrero y Francisco de Montejo, en que dejó, desistió y cedió en manos y poder de ellos, y como justicia real y ordinaria, el mando y cargo de capitán y descubridor que le dieron los frailes jerónimos, que residían y gobernaban en la isla Española por su majestad; y que no quería usar del poder que tenía de Diego Velázquez, lugarteniente del gobernador en Cuba por el almirante de las indias, para rescatar y descubrir, buscando a Juan de Grijalva, por cuanto ninguno de ellos tenía mando ni jurisdicción en aquella tierra, que él y ellos acababan de descubrir, y comenzaban a poblar en nombre del rey de Castilla, como sus naturales y leales vasallos; y así lo pidió por testimonio, y se lo dieron.