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Datos principales
Desarrollo
De los carneros, ovejas, guanacos y vicunias que hay en toda la mayor parte de la serranía del Perú Paréceme que de ninguna parte del mundo se ha oído ni entendido que se hubiesen hallado la manera de ovejas como son las destas Indias, especialmente en este reino, en la gobernación de Chile y en algunas de las provincias del río de la Plata, puesto que podrá ser que se hallen y vean en partidas que nos están ignotas y escondidas. Estas ovejas digo que es uno de los excelentes animales que Dios crió, y más provechoso, el cual parece que la Majestad divina tuvo cuidado de criar este ganado en estas partes para que las gentes pudiesen vivir y sustentarse. Porque por vía ninguna estos indios, digo los serranos del Perú, pudieran pasar la vida si no tuvieran deste ganado, o de otro que les diera el provecho que dél sacan, el cual es de la manera que en este capítulo diré. En los valles de los llanos, y en otras partes calientes, siembran los naturales algodón, y hacen sus ropas dél, con que no sienten falta ninguna, porque la ropa de algodón es conveniente para esta tierra. En la serranía, en muchas partes, como es en la provincia de Collao, los soras y charcas de la villa de Plata, y en otros valles, no se cría árbol, ni el algodón aunque se sembrara daría fruto. Y poder los naturales, si no lo tuvieran de suyo, por vía de contratación haber ropa todos, fuera cosa imposible. Por lo cual el dador de los bienes, que es Dios, nuestro Sumo Bien, crió en estas partes tanta cantidad del ganado que nosotros llamamos ovejas, que si los españoles con las guerras no dieran tanta priesa a lo apocar, no había cuento ni suma lo mucho que por todas partes había.
Mas, como tengo dicho, en indios y ganado vino gran pestilencia con las guerras que los españoles unos con otros tuvieron. Llaman los naturales a las ovejas llamas y a los carneros urcos. Unos son blancos, otros negros, otros pardos. Su talle es que hay algunos carneros y ovejas tan grandes como pequeños asnillos, crecidos de piernas y anchos de barriga; tira su pescuezo y talle a camello; las cabezas son largas, parecen a las de las ovejas de España. La carne deste ganado es muy buena si está gordo, y los corderos son mejores y de más sabor que los de España. Es ganado muy doméstico y que no da ruido. Los carneros llevan a dos y a tres arrobas de peso muy bien, y en cansando no se pierde, pues la carne es tan buena. Verdaderamente en la tierra del Collao es gran placer ver salir los indios con sus arados en estos carneros, y a la tarde verlos volver a sus casas cargados de leña. Comen de la hierba del campo. Cuando se quejan, echándose como los camellos, gimen. Otro linaje hay deste ganado, a quien llaman guanacos, desta forma y talle, los cuales son muy grandes y andan hechos monteses por los campos manadas grandes dellos, y a saltos van corriendo con tanta ligereza que el perro que los ha de alcanzar ha de ser demasiado ligero. Sin éstos, hay asimesmo otra suerte destas ovejas o llamas, a quien llaman vicunias; éstas son más ligeras que los guanacos, aunque más pequeñas; andan por los despoblados, comiendo de la hierba que en ellos cría Dios. La lana destas vicunias es excelente, y toda tan buena que es más fina que la de las ovejas merinas de España. No sé yo si se podrían hacer paños della; sé que es cosa de ver la ropa que se hacía para los señores desta tierra. La carne destas vicunias y guanacos tira el sabor della a carne de monte, mas es buena. Y en la ciudad de la Paz comí yo en la posada del capitán Alonso de Mendoza cecina de uno destos guanacos gordos, y me pareció la mejor que había visto en mi vida. Otro género hay de ganado doméstico, a quien llaman pacos, aunque es muy feo y lanudo; es del talle de las llamas o ovejas, salvo que es más pequeño; los corderos, cuando son tiernos mucho se parecen a los de España. Pare en el año una vez una destas ovejas, y no más.
Mas, como tengo dicho, en indios y ganado vino gran pestilencia con las guerras que los españoles unos con otros tuvieron. Llaman los naturales a las ovejas llamas y a los carneros urcos. Unos son blancos, otros negros, otros pardos. Su talle es que hay algunos carneros y ovejas tan grandes como pequeños asnillos, crecidos de piernas y anchos de barriga; tira su pescuezo y talle a camello; las cabezas son largas, parecen a las de las ovejas de España. La carne deste ganado es muy buena si está gordo, y los corderos son mejores y de más sabor que los de España. Es ganado muy doméstico y que no da ruido. Los carneros llevan a dos y a tres arrobas de peso muy bien, y en cansando no se pierde, pues la carne es tan buena. Verdaderamente en la tierra del Collao es gran placer ver salir los indios con sus arados en estos carneros, y a la tarde verlos volver a sus casas cargados de leña. Comen de la hierba del campo. Cuando se quejan, echándose como los camellos, gimen. Otro linaje hay deste ganado, a quien llaman guanacos, desta forma y talle, los cuales son muy grandes y andan hechos monteses por los campos manadas grandes dellos, y a saltos van corriendo con tanta ligereza que el perro que los ha de alcanzar ha de ser demasiado ligero. Sin éstos, hay asimesmo otra suerte destas ovejas o llamas, a quien llaman vicunias; éstas son más ligeras que los guanacos, aunque más pequeñas; andan por los despoblados, comiendo de la hierba que en ellos cría Dios. La lana destas vicunias es excelente, y toda tan buena que es más fina que la de las ovejas merinas de España. No sé yo si se podrían hacer paños della; sé que es cosa de ver la ropa que se hacía para los señores desta tierra. La carne destas vicunias y guanacos tira el sabor della a carne de monte, mas es buena. Y en la ciudad de la Paz comí yo en la posada del capitán Alonso de Mendoza cecina de uno destos guanacos gordos, y me pareció la mejor que había visto en mi vida. Otro género hay de ganado doméstico, a quien llaman pacos, aunque es muy feo y lanudo; es del talle de las llamas o ovejas, salvo que es más pequeño; los corderos, cuando son tiernos mucho se parecen a los de España. Pare en el año una vez una destas ovejas, y no más.