Compartir


Datos principales


Rango

Prehistoria

Desarrollo


Cuando acabó la última glaciación, toda Europa sufrió cambios profundos y, a escala geológica, repentinos. En primer lugar, se fundieron los glaciares que habían atenazado al continente durante miles de años, lo que dio lugar a que el nivel del mar subiera hasta 100 metros respecto a su posición en el Würm. La desaparición de los glaciares motivó un ascenso de latitud del frente polar, lo que acarreó asimismo un fuerte aumento de la pluviosidad y de la temperatura sobre gran parte de Europa. A nivel geográfico estos factores supusieron dos consecuencias de notable magnitud: primera, que las costas cambiaron hasta adquirir su morfología actual, y segunda, que grandes superficies se cubrieron de bosques. La primera consecuencia aportó una ampliación de la plataforma continental y un enriquecimiento en las faunas de moluscos y crustáceos litorales, y la segunda supuso un cambio drástico y casi repentino de las faunas pleistocénicas. Las especies frías como el reno, el buey almizclero o la saiga emigraron hacia latitudes más septentrionales siguiendo a la tundra en su retroceso. Muchas especies, sin embargo, no sobrevivieron, como fue el caso del mamut, el rinoceronte lanudo y los grandes depredadores. Que la presión cinegética de los últimos cazadores paleolíticos haya tenido que ver en esta extinción masiva, es algo que muchos investigadores consideran probado. El intervalo comprendido entre el 10.000 P. y la llegada del Neolítico está ocupado en Europa y zonas limítrofes por las industrias Epipaleolíticas/Mesolíticas.

En principio, el término Mesolítico se creó en el siglo pasado, dentro del mundo anglosajón, para denominar esta etapa intermedia. Los investigadores franceses, sin embargo, prefirieron utilizar el concepto de Epipaleolítico, para hacer referencia a la inevitable continuidad cultural de un periodo en otro. En la actualidad no hay unanimidad en la terminología a utilizar y existen autores que usan cualquiera de ellos indistintamente. En Europa occidental es frecuente, sin embargo, que se considere mesolíticas a aquellas sociedades que, de algún modo, están en vías de neolitización, mientras que epipaleolíticos son aquellos grupos que mantienen una clara continuidad cultural con los últimos cazadores-recolectores paleolíticos. Se use un criterio u otro, lo importante es que se trataba de sociedades que debían hacer frente a los cambios anteriormente citados. Esta adaptación supuso una fuerte regionalización, ya que el proceso más normal a la hora de plantear modos de subsistencia en la Europa holocena fue la diversificación en la adquisición de recursos, explotándose algunos anteriormente desconocidos. Este mismo proceso llevado a cabo por las culturas de algunas zonas limítrofes (Próximo Oriente, Norte de Africa) que se estaban desecando durante el postglacial, dieron lugar al nacimiento de la domesticación de animales y plantas.

Obras relacionadas


Contenidos relacionados