De la Europa unida a la Unión Europea

Las naciones europeas no desempeñaron un protagonismo de primerísima importancia en el derrumbamiento del comunismo

La caída de la URSS

Cuando se produjo una liberalización, aunque fuera inicial, todo el complicado sistema de organización territorial de la URSS acabó quebrando. A la separación de los Países Bálticos le siguió la de Georgia, Moldavia, Azerbaiyán..., etc. Posteriormente Rusia, Ucrania y Bielorrusia decidieron crear una Comunidad de Estados Independientes (CEI), a la que se sumaron las otras repúblicas, pero que habría de ser una especie de cascarón vacío de contenido al estar ligada por unos vínculos muy laxos. La CEI condenó a la desaparición a la magistratura ocupada hasta entonces por Gorbachov.

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ni tampoco se han demostrado capaces de tener un liderazgo eficaz a la hora de enfrentarse con un nuevo desorden mundial

¿Nuevo orden o nuevo desorden mundial?

Desde 1985, lo dominante en el orden mundial ya no era la coexistencia pacífica, sino una coexistencia pacificada. Pero luego, a partir de 1990, el escenario internacional presenció la aparición de conflictos tan graves como inesperados (Afganistán, la Guerra del Golfo, Yugoslavia, guerras en el Tercer Mundo). De momento, habría que partir de que una situación que suele describirse como "el nuevo desorden mundial", en contraposición a lo imaginado por Bush, aunque hay aspectos positivos. El mayor de ellos ha consistido en la desaparición de la bipolaridad nuclear.

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con conflictos imprevisibles y de difícil solución. Sin embargo, en los últimos lustros del siglo XX dieron un paso de gigante en la configuración de una unidad política y económica destinada a tener un papel cada vez más relevante en el inmediato futuro del mundo. A lo largo del presente epígrafe estudiaremos la evolución interna de los países europeos más importantes señalando las coincidencias y las diferencias entre ellos para tratar a continuación del surgimiento de la Unión Europea

La Unión Europea

El nuevo tratado de la Unión Europea, firmado en febrero de 1992, tuvo como propósito crear una realidad comunitaria no sólo en el terreno de la economía. El tratado creaba una ciudadanía europea, extendiendo el derecho de voto en las elecciones municipales para los europeos en los países en que residían, y una Europa social, haciendo, además, posibles las decisiones políticas por unanimidad de los jefes de Gobierno pero sobre todo concluyó la Europa económica mediante la creación de una moneda europea ("euro").

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. Finalmente se abordará también un problema que afecta al conjunto de las democracias y, por lo tanto, también a Estados Unidos y Japón: la paradoja de que, por un lado, este sistema de gobierno parece el único legítimo desde el punto de vista intelectual y moral en el momento presente y, por otro, desde la óptica de los ciudadanos aparece sometido a permanente crítica

La crisis del estado-nación democrático

La resurrección del nacionalismo no se ha producido tan sólo como consecuencia de la caída del comunismo ni tampoco ha tenido un componente de violencia. Su origen está muy relacionado con algunos de los rasgos característicos del fin de siglo. En él da la sensación de que el Estado democrático padece una doble crisis de funcionalidad y de legitimidad. La segunda está provocada por el despegue o alienación del ciudadano, mientras que la primera surge de que ha nacido un "hiperespacio posmoderno" que es el de la mundialización económica y de las organizaciones transnacionales, no sólo en este campo sino también, por ejemplo, en el de los derechos humanos o las organizaciones no gubernamentales.

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en lo que respecta a su funcionamiento cotidiano.