El relieve: las estelas
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Datos principales
Rango
Siria
Desarrollo
La plástica ugarítica puede también seguirse con el examen de los relieves de unas cuantas estelas, en general de mediana calidad, y de significación totalmente religiosa. A los primeros años del Bronce Medio pertenecen tres estelas monolíticas de caliza blanca, halladas no lejos del Templo de Baal , y en las que en tenue bajorrelieve se figuran dioses sirios, aunque con elementos iconográficos egipcios. La primera (93 por 37 cm), mutilada en su parte superior, ofrece la erguida imagen de una diosa -Anat, según C. Schaefer- vestida, armada con lanza y portando un símbolo religioso en su mano derecha, tal vez el egipcio ankh. La segunda, de parecido formato, presenta, en cambio, la figura de un joven dios -quizás Baal-, de pie, con lanza y cetro; su excepcional tocado recuerda una pluma o la hoja de un árbol. La tercera, encontrada en varios fragmentos, recoge a otro dios, de torso desnudo, con el brazo izquierdo levantado y portando un arma o emblema, mientras que en la mano derecha tiene un cetro de tipología egipcia (cetro ouas). A la altura del rostro se halla un rectángulo, en cuyo interior está el signo "ankh". C. Schaeffer ha propuesto reconocer aquí al dios Mot (la Muerte), la divinidad contrincante de Baal. Más importante que estas tres estelas reseñadas -y con mucho, la más divulgada- es la gran estela de Baal con el rayo, encontrada en las cercanías del templo ugarítico de tal dios. Se trata de un monolito de caliza (1,42 m por 0,50 cm; Museo del Louvre), fechado entre los siglos XVII y XV a.
C., en el que se ha plasmado de modo majestuoso al dios en un bajorrelieve rehundido. La divinidad aparece de pie, sobre una montaña, que se simboliza con líneas onduladas; va tocado con un casco puntiagudo del que salen dos cuernos. En su mano derecha blande una maza de guerra y en su izquierda porta una lanza con la punta descansando, en tierra; el asta de la misma termina en ramificaciones, imagen evidente del rayo. El vestido del dios consiste en un pequeño faldellín, adornado con unas cuantas bandas horizontales, de inspiración egea. Entre la pierna izquierda adelantada y la lanza aparece un pequeño personaje vestido con túnica y de pie sobre un pedestal, imagen probablemente de algún rey de Ugarit. La disposición de la figura y los convencionalismos artísticos denotan, según C. Schaeffer, a un escultor local formado en Egipto. Esta opinión no es aceptada últimamente por P. Matthiae, quien a la vista de la glíptica siria postula el carácter típicamente sirio de la estela. De menor calidad plástica son otras dos estelas votivas: una de caliza (13,6 cm; Museo de Aleppo), fechada entre el 1400 y el 1300 a. C., presenta un acuerdo o tratado suscrito por un rey de Ugarit y un príncipe vecino; la otra, cronológicamente más tardía y mucho más interesante, recoge en su bajorrelieve a un rey ugarítico tributando culto al dios El, que aparece sentado y con la mano levantada en señal de bendición.
C., en el que se ha plasmado de modo majestuoso al dios en un bajorrelieve rehundido. La divinidad aparece de pie, sobre una montaña, que se simboliza con líneas onduladas; va tocado con un casco puntiagudo del que salen dos cuernos. En su mano derecha blande una maza de guerra y en su izquierda porta una lanza con la punta descansando, en tierra; el asta de la misma termina en ramificaciones, imagen evidente del rayo. El vestido del dios consiste en un pequeño faldellín, adornado con unas cuantas bandas horizontales, de inspiración egea. Entre la pierna izquierda adelantada y la lanza aparece un pequeño personaje vestido con túnica y de pie sobre un pedestal, imagen probablemente de algún rey de Ugarit. La disposición de la figura y los convencionalismos artísticos denotan, según C. Schaeffer, a un escultor local formado en Egipto. Esta opinión no es aceptada últimamente por P. Matthiae, quien a la vista de la glíptica siria postula el carácter típicamente sirio de la estela. De menor calidad plástica son otras dos estelas votivas: una de caliza (13,6 cm; Museo de Aleppo), fechada entre el 1400 y el 1300 a. C., presenta un acuerdo o tratado suscrito por un rey de Ugarit y un príncipe vecino; la otra, cronológicamente más tardía y mucho más interesante, recoge en su bajorrelieve a un rey ugarítico tributando culto al dios El, que aparece sentado y con la mano levantada en señal de bendición.