VI Milenio Baja Mesopotamia
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Datos principales
Rango
Neolítico
Desarrollo
En esta zona la documentación arqueológica muestra muy pocos restos anteriores al 6000 a.C. Se han formulado dos posibles explicaciones a esta ausencia. La primera incide en una probable existencia de ocupaciones, pero su desconocimiento estaría motivado por fenómenos externos a la práctica arqueológica, principalmente debidos a la gran potencia de aluviones que impiden llegar a los niveles arcaicos, así como fluctuaciones de los niveles marinos. La segunda explicación incidiría en la verdadera desocupación de la zona por causas climáticas y ecológicas de la misma. Es decir, al situarse fuera de las áreas donde es posible efectuar una agricultura de secano, la región estaría prácticamente deshabitada hasta que las técnicas de irrigación permitiesen ponerlas en valor. Aunque es probable una menor ocupación de esta zona, en los últimos años nuevos descubrimientos empiezan a mostrar unos emplazamientos en el llano aluvial antes del 6000 a.C. Así, en el valle del Hamrin, situado al este de Mesopotamia, casi en la zona de contacto entre el Zagros y Mesopotamia, el hábitat de Rihan III, evidencia un asentamiento de tipo precerámico, formado por una pequeña instalación de cabañas circulares, para las cuales se le supone una agricultura desarrollada, a pesar de la ausencia de registros documentales. En la parte oriental de Mesopotamia también se ha documentado un núcleo de hábitats formado por los poblados de Choga Banut, Choga Mish y Bonet Fazili, que muestran la presencia en la base de niveles ligeramente anteriores al 6000 a.
C. y con unas características similares al anterior, es decir, precerámicos con una práctica ausencia de arquitectura y evidencias de campamentos temporales. En los niveles superiores, la posterior transformación muestra la aparición de la cerámica y su evolución ininterrumpida hasta el periodo urbano. Resumiendo, en el estado actual de la investigación, parece poder afirmarse una ocupación esporádica del llano aluvial, de características imprecisas aún, pero que parece limitarse a nichos ecológicos precisos, que permitiesen una agricultura primitiva sin técnicas complejas y situadas en los fondos de los valles o en las zonas de montaña baja. La verdadera instalación en esta zona se hará progresivamente a partir del 6000 a.C. y por poblaciones capaces de dominar técnicas hidráulicas complejas. Las manifestaciones culturales de la Baja Mesopotamia entre el VI y el IV milenios han sido agrupadas bajo el nombre de formación cultural del Obeid, recibiendo el nombre del yacimiento ubicado cerca de la ciudad de Ur donde se localizaron por primera vez sus restos materiales más característicos. El posterior estudio y sistematización ha permitido observar su evolución global y subdividir su amplio marco temporal en varios periodos (desde Obeid 0 hasta Obeid 4; cubriendo aproximadamente, en cronología C14, desde el 5600 al 3700 a.C.). La evolución cultural y su repartición espacial permiten diferenciar, sintéticamente, dos grandes fases: la primera o inicial (Obeid 0, Obeid 1 y Obeid 2) con una extensión limitada principalmente a la zona de la propia Baja Mesopotamia, mientras que en la segunda o standard (Obeid 3 y 4) se producirá una expansión territorial llegando a cubrir, al igual que en el caso del Halaf , la mayor parte del territorio del Oriente Próximo .
C. y con unas características similares al anterior, es decir, precerámicos con una práctica ausencia de arquitectura y evidencias de campamentos temporales. En los niveles superiores, la posterior transformación muestra la aparición de la cerámica y su evolución ininterrumpida hasta el periodo urbano. Resumiendo, en el estado actual de la investigación, parece poder afirmarse una ocupación esporádica del llano aluvial, de características imprecisas aún, pero que parece limitarse a nichos ecológicos precisos, que permitiesen una agricultura primitiva sin técnicas complejas y situadas en los fondos de los valles o en las zonas de montaña baja. La verdadera instalación en esta zona se hará progresivamente a partir del 6000 a.C. y por poblaciones capaces de dominar técnicas hidráulicas complejas. Las manifestaciones culturales de la Baja Mesopotamia entre el VI y el IV milenios han sido agrupadas bajo el nombre de formación cultural del Obeid, recibiendo el nombre del yacimiento ubicado cerca de la ciudad de Ur donde se localizaron por primera vez sus restos materiales más característicos. El posterior estudio y sistematización ha permitido observar su evolución global y subdividir su amplio marco temporal en varios periodos (desde Obeid 0 hasta Obeid 4; cubriendo aproximadamente, en cronología C14, desde el 5600 al 3700 a.C.). La evolución cultural y su repartición espacial permiten diferenciar, sintéticamente, dos grandes fases: la primera o inicial (Obeid 0, Obeid 1 y Obeid 2) con una extensión limitada principalmente a la zona de la propia Baja Mesopotamia, mientras que en la segunda o standard (Obeid 3 y 4) se producirá una expansión territorial llegando a cubrir, al igual que en el caso del Halaf , la mayor parte del territorio del Oriente Próximo .