Baptisterio de San Juan (Florencia). Decoración interior
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El interior del baptisterio recuerda, por su amplitud, al Panteón de Roma. La amplitud responde a las necesidades del edificio, que debía albergar grandes cantidades de visitantes ya que el bautismo sólo se administraba dos veces al año. Las paredes están decoradas con mármoles polícromos y los suelos se cubren de mosaicos, realizados en el año 1209. El mismo material se emplea para cubrir la cúpula. Este trabajo fue iniciado en el siglo XIII por artistas llegados de Venecia, finalizándose en la centuria siguiente, siendo mosaístas florentinos quienes acabaron los trabajos, entre ellos el propio Cimabue . El asunto de la decoración de la cúpula se inscribe en la representación del Creador con escenas del Génesis y de las vidas de Cristo, José y san Juan Bautista. En el ábside se representa el Juicio Final.