Un barranco en Jericó
Datos principales
Autor
Fecha
1901
Estilo
Material
Museo
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Exótico y peregrino del color y del mundo antiguo, Muñoz Degrain cubre todas las fases del trayecto orientalista, desde las fantasías moras, la pintura africanista e hispano musulmana y los muros de la Alhambra a los barrancos de Jericó y las riberas del Jordán. Realiza también su viaje interior. Orientalista de un país orientalizado, amante de lo exótico de un país que prodiga el exotismo, peregrino de un país que convoca a los escritores y artistas extranjeros, romántico del espacio romántico por excelencia, buscador de la fe y de la perfección artística. Este es Muñoz Degrain, compendio de una vida interesante, una persona de calidad y una obra digna.