Catedral de Burgos. Planta
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La disposición primitiva de la catedral de Burgos sería modificada en campañas sucesivas: primero, en los años cuarenta, se añadirían las capillas rectangulares que flanquean las colaterales de los dos tramos rectos del presbiterio; luego, se eliminarían los pequeños ábsides semicirculares, al tiempo que se levantaban los pilares de acceso a las nuevas capillas que se iban a construir y, finalmente, hacia 1275, se procedería al alzado de éstas, ahora semidecagonales y ocupando todo el espacio entre los primitivos contrafuertes. Esta transformación se desarrolló paralelamente al avance de las obras en el cuerpo principal del templo y a la erección de un nuevo claustro, adosado al lado sur de la cabecera (el románico, aún en uso al final del siglo XIII, se desarrollaba al oeste del transepto).