Monasterio de San Pedro de Dueñas (León). Arco

Datos principales


Autor

AUTOR ANONIMO,Anonymous artist

Fecha

Siglo XII

Museo

Museo Arqueológico Nacional

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El trabajo de cantería alcanza gran versatilidad en la arquitectura románica aplicada a la construcción de monasterios e iglesias. Gracias a la sillería y a su perfecta trabazón se construyen muros más anchos, altos y regulares, con estructuras monumentales cubiertas con bóvedas. La bóveda de cañón y el arco de medio punto son los elementos arquitectónicos que mejor definen este nuevo estilo, esbozado ya en el monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos) y plenamente desarrollado en conjuntos como el monasterio de San Pedro de Dueñas (León). La arquitectura románica está estrechamente ligada al dominio de la talla de la piedra y, más concretamente, de la caliza, roca fácil de tallar, resistente, abundante en los países mediterráneos y capaz de evocar solemnidad y distinción. Con ella se labraron la sillería de los muros, las dovelas de arcos y bóvedas y las decoraciones escultóricas de tímpanos y capiteles. Los gruesos muros de los edificios románicos están formados por dos paredes de sillares regulares y un relleno de sillarejo entre ambas. Su grosor, reforzado con contrafuertes, permite cubrir grandes superficies con bóvedas y contrarrestar sus empujes laterales. La apertura de puertas y ventanas en estos gruesos muros origina vanos con anchas jambas y profundos arcos abovedados, como el procedente de la iglesia del monasterio de San Pedro de Dueñas, iglesia que comenzó a construirse bajo el mandato del abad Diego, en el siglo XII. Este arco es también un ejemplo de cómo la construcción arquitectónica se completaba con los programas iconográficos tallados en los capiteles, en este caso decorados con bellas escenas de caza y de lucha entre hombres y animales, símbolo de la victoria de la fe sobre el caos y las tinieblas.

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