Anfiteatro (Mérida, Badajoz)
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El anfiteatro de Mérida fue inaugurado el año 8 a. C., según aclara una inscripción que se repetía hasta cuatro veces, en otras tantas tribunas. En la época flavia o quizás en la de Trajano debió reformarse buena parte del mismo. La fachada del monumento, que da a una calle circundante es de mampostería, por tongadas, con refuerzo de sillares almohadillados en las puertas y lienzos intermedios de la fábrica. Por medio de tres entradas principales y otras secundarias se podía acceder al recinto, capaz de albergar a 15.000 espectadores, que se distribuían en los tres sectores tradicionales, del que se conserva bien el inferior (ima cavea). Un elevado podium mantenía a salvo de las posibles acometidas de las fieras a los asistentes. Sobre el basamento, en una balaustrada que rodeaba el perímetro de la arena, se desarrollaba una interesante decoración pictórica con temas alusivos a los juegos. En el eje principal del monumento, de 55 metros de longitud, existían dos grandes arcos que marcaban el comienzo de largos corredores abovedados, por donde salían los participantes del espectáculo. A ambos lados de los mismos, unas habitaciones bajo las gradas se han querido interpretar como dependencias de los gladiadores, y spoliaria o jaulas para las fieras, aunque alguna, sobre todo una de las existentes en la zona septentrional, pudo haber tenido el carácter de capilla. En los extremos de los ejes mayor y menor estaban ubicadas las tribunas de las autoridades y de los que organizaban los juegos. De forma elíptica, la arena estaría cubierta en su parte central con un tablado que taparía la denominada fossa arenaria, donde estaban las jaulas de las fieras y se almacenaba la tramoya.