Creación, Pecado y Expulsión del Paraíso
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La miniatura ocupa un lugar de excepción en el Gótico Internacional ya que los más importantes personajes de la época fueron importantes coleccionistas de Libros de Horas, donde se contienen numerosas oraciones para las horas del día. Hay partes dedicadas a Difuntos, a Santos, Horas de la Virgen y de la Pasión, etc. lo que da lugar a que se ilumine cada ciclo con imágenes alusivas. La obra maestra de los Hermanos Limbourg y uno de los grandes empeños de la historia del libro ilustrado son "Las Muy Ricas Horas" (Museo Condé, Chantilly). Es mayor de tamaño que "Las Bellas Horas", sin alcanzar a "Las Grandes Horas". El Calendario con zodiaco del principio se ha hecho famoso. Le antecede el mensario que se va a desplegar sobre los muros de Torre del Aquila en Trento pero, inmediatamente después, es el que renueva los viejos modelos y crea otros tan complejos que sólo se copiarán en obras de extremado lujo. El interés de Jean de Berry por la astrología, que comparte con su familia y sus contemporáneos, incide sobre los pintores que, aparte de concederle un puesto en el mensario, realizan el magnífico hombre astrológico u hombre-microcosmos que no tiene antecedentes importantes en este tipo de libros. El paisaje como ambiente en el que se mueven sus personajes conoce también un punto de investigación que les hace llegar más allá que sus predecesores. También son sensibles de modo más evidente que en las "Bellas Horas" a la pintura trecentista italiana. Murieron ellos y el duque sin ver terminada la obra.
Ya a fines del siglo XV lo completará Jean Colombe , aunque quizás entre medias pudo haber intervenido otro miniaturista. El clima que se vive en el Gótico Internacional favorece un arte del color que utiliza éste con brillantez, buscando armonías llamativas o aun estridentes y agrias, si es necesario. El dibujo, y el diseño en general, es delicado y expresivo. Si es posible trazar una curva no se trazará una recta. La dinámica tensa generada muchas veces por ésta se prefiere a la rotundidad de la recta. La mancha tonal que domina la pintura se combina con la existencia de ritmos caligráficos retorcidos y extremadamente móviles. El volumen de los personajes que ocupan un espacio tridimensional se quiebra en busca de una especial expresividad. Se obtiene en contraste un clima en donde convive un mundo amable, alejado de la realidad, con un regusto por lo sangriento, lo truculento, lo cruel. Es un arte de la corte y para los cortesanos. Más que nunca se utiliza como objeto de disfrute visual.
Ya a fines del siglo XV lo completará Jean Colombe , aunque quizás entre medias pudo haber intervenido otro miniaturista. El clima que se vive en el Gótico Internacional favorece un arte del color que utiliza éste con brillantez, buscando armonías llamativas o aun estridentes y agrias, si es necesario. El dibujo, y el diseño en general, es delicado y expresivo. Si es posible trazar una curva no se trazará una recta. La dinámica tensa generada muchas veces por ésta se prefiere a la rotundidad de la recta. La mancha tonal que domina la pintura se combina con la existencia de ritmos caligráficos retorcidos y extremadamente móviles. El volumen de los personajes que ocupan un espacio tridimensional se quiebra en busca de una especial expresividad. Se obtiene en contraste un clima en donde convive un mundo amable, alejado de la realidad, con un regusto por lo sangriento, lo truculento, lo cruel. Es un arte de la corte y para los cortesanos. Más que nunca se utiliza como objeto de disfrute visual.