Columnas sin fin
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Las dos obsesiones y, por tanto temas muy frecuentes en la obra del escultor Brancusi, fueron el cielo y la tierra. Para el artista, una gran obra era aquella que busca abarcar lo real en su totalidad. Nadie antes que Brancusi se había planteado cómo distinguir un objeto cualquiera de nuestro entorno con una obra esculpida. Su conclusión es simple; de la misma manera que el marco delimita una pintura, el pedestal aisla y define a la escultura.