Sara Wolphaerts van Diemen

Los retratos dobles son frecuentes en la pintura holandesa del Barroco

Barroco Centroeuropeo

El Barroco en Centroeuropa tiene características similares al de otros países. En Holanda, república de comerciantes, se pintan cuadros de pequeño formato, por tanto más baratos, y de temas cotidianos, adecuados para el hogar burgués. Tiene bellísimos bodegones, paisajes e interiores. En el antiguo Flandes, los Países Bajos y las Provincias Unidas se decantan por un Barroco decorativo y de gran formato.

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, existiendo un buen número de ejemplos salidos de los mejores pinceles como Rembrandt

Rembrandt Harmensz,Harmenszoon van Rijn

Rembrandt será el gran maestro del Barroco holandés. Sus obras muestran la influencia de Caravaggio y Elsheimer, así como de los caravaggistas de Utrecht, aunque la fuerte personalidad del maestro hace que estas influencias se vean solapadas en la mayor parte de su producción. Su principal aportación es el empleo de una luz dorada que crea sensacionales efectos atmosféricos y que había tomado como referencia a la Escuela veneciana.

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o Hals. En este caso nos encontramos ante el retrato de Sara Wolphaerts van Diemen, la segunda esposa de Nicolaes Hasselaer

Nicolas Hasselaer

Magnífico retrato pintado por Hals hacia 1635 interesado por la personalidad del modelo. Sara Wolphaerts van Diemen es su compañera.

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, con quien se casó en 1622. en un primer momento se identificó con la primera esposa de Hasselaer, Gertuid van Erp, fallecida en 1622 pero J. Six la identificó acertadamente en 1916. La modelo aparece vestida con sus mejores galas, un elegante vestido con brocados dorados, mangas acuchilladas y amplia gola de encaje, tocada su cabeza con una cofia habitual en la burguesía holandesa. Recorta su figura ante un fondo neutro y recibe un potente impacto lumínico procedente de la izquierda, resaltando el expresivo rostro de la mujer así como la riqueza de la familia -no en balde, Hasselaer era uno de los comerciantes más importantes de Ámsterdam-. Las pinceladas son más detallistas que las empleadas por Hals en el retrato de su compañero, pero podemos observar como el maestro de Amberes trabaja sin apenas dibujar sobre el lienzo, a la "prima", apreciándose algunos trazos sueltos como en la manga derecha. Los despiertos ojos y el gesto de la dama se convierten en los centros de atención del lienzo ya que el artista siempre se interesó por captar el alma de sus modelos, renunciando paulatinamente a detalles superfluos. Al igual que su compañero, el lienzo fue donado al museo de Ámsterdam en 1885 por J. Van de Poll.