Jesucristo juez con ángeles y profetas

Datos principales


Autor

Guido Di Pietro Da Mugello

Fecha

1447

Escuela

Quattrocento

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Fresco

Museo

Catedral de Orvieto

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Seguramente fuera de camino hacia Roma, cuando fue llamado en 1447 por el papa Nicolás V para realizar la decoración de la capilla Niccolina sita en la basílica de San Pedro del Vaticano, cuando el artista paró en la ciudad umbra de Orvieto, a medio camino entre Florencia y Roma, la cual acababa de consagrar su nueva catedral y necesitaba artistas que decoraran sus diferentes capillas. Durante tres veranos consecutivos el Beato Angélico trabajó en los frescos de la capilla de San Brizio de la catedral de Orvieto. Aunque conocemos por las fuentes que el modelo del conjunto lo dictó el fraile pintor, también sabemos de la estrecha colaboración de varios artistas de su taller en la realización final del motivo representado: Cristo rodeado de ángeles y profetas. El propio contrato especifica la colaboración de cuatro artistas, en donde sobresale el nombre de Benozzo Gozzoli, del cual Fra Angelico fue maestro. Volveremos a ver a Gozzoli en la decoración de los frescos de la capilla Niccolina de el Vaticano, comenzada también a partir de este año. Si bien el ascetismo, humildad y mística contemplativa de la pintura de Fra Angelico nada tiene que ver con el arte cortesano y preciosista de Benozzo Gozzoli, si que pertenecen a él los pliegues angulosos de los ropajes de los profetas, su terminado dibujo, la volumetría más patente de las figuras y cierto recargamiento a la hora de la utilización de dorados. En los fondos de la bóveda de la capilla Cristo-Juez se sitúa sentado sobre un trono de nubes impartiendo justicia, con la mano levantada y sujetando la bola del mundo.

El fondo de la mandorla mística es dorado, con lo que nos situamos en la intemporalidad de la esfera celestial; Jesucristo ejecuta su acción rodeado de ángeles músicos de estilizada figura, pero con la consistencia y la corporeidad que le confieren el vuelo de sus atuendos. En otra de las secciones de la bóveda se sitúan dieciséis profetas, todos ellos orlados y en clara composición ascendente, ya que su estructura es en triángulo. También ellos, con aureola de santo y llevando los elementos típicos de su iconografía, se sitúan en la esfera celestial. Quizá por ello Fra Angelico (o Gozzoli) haya optado por los fondos dorados de gran riqueza y luminosidad. No sabemos con certeza las razones que llevaron al artista a dejar inconcluso el resto del programa iconográfico. Entre Benozzo Gozzoli y Luca Signorelli años después terminaron el conjunto decorativo de la capilla.

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