Puerta de Alcalá (Madrid)

Al margen de las controversias teóricas de la Academia, la arquitectura del último tercio del siglo XVIII

Otros artistas italianos

La influencia de lo italiano en el desarrollo arquitectónico interesa especialmente, ya que en el campo de los particularismos formales del barroco, los artistas que visitan la corte de Madrid entran de plano en la historia de grandes empresas constructivas, acelerando el proceso de asimilación del clasicismo barroco. Sabatini y Bonavia serán los mejores maestros italianos de esta época.

Más información

presenta en alternativa modelos de un clasicismo barroco que es aceptado y valorado por su corrección y eficacia. Se reutiliza toda una serie de citas de la arquitectura precedente en la que no se olvidan propuestas italianas, que se mantienen en la línea estilística de Bernini

Gianlorenzo Bernini

Escultor (Nápoles, 1598-1680), creador del estilo Barroco. Es autor de excelentes obras, como el Extasis de Santa Teresa o las tumbas de los papas Urbano VIII y Alejandro VII. También trabajó para Luis XIV, de quien realizó un excelente busto.

Más información

, Fuga

Ferdinando Fuga

Arquitecto italiano (Florencia, 1699-Roma, 1781), que sigue la tradición barroca, aunque introduce elementos neoclásicos.

Más información

o Vanvitelli

Luigi Vanvitelli

Arquitecto, ingeniero y pintor (Nápoles, 1700-Caserta, 1773). En sus creaciones retoma las formas clásicas.

Más información

. En esta obra de Sabatini

Francesco Sabatini

Arquitecto italiano (1722-1797), bajo el reinado de Carlos III construyó la Puerta de Alcalá de Madrid o el Palacio de Aranjuez.

Más información

se refunden tendencias del barroco internacional y académico en su versión monumental, acentuando el valor urbano de un enclave estratégico de la capital por la compleja relación que se establece entre puerta y paseo. Las propiedades estilísticas que en la obra confluyen procedentes del barroco tardío italiano y de un clasicismo

Clasicismo e Historia

Cuando Piranesi y Winckelmann consolidan sus propuestas, durante los años centrales del siglo XVIII, no sólo se trata de ideas e imágenes que alimentarán buena parte del arte posterior y, sobre todo, serán usadas con el fin de establecer criterios para su recepción pública y estética, sino que sus planteamientos adquieren un mayor sentido si son entendidos históricamente y no exclusivamente en función de su fortuna posterior.

Más información

más estricto, no alteran el efecto unitario pretendido por el arquitecto. Como centro irradiante hacia el espacio que la rodea, la puerta llega a definir la naturaleza del lugar erigiéndose en su referencial más significativo.