El enigma sin fin
Datos principales
Autor
Fecha
1938
Material
Dimensiones
114´3 x 144 cm.
Museo
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Es la época de imágenes múltiples simultáneas como Afgano invisible con la aparición en la playa del rostro de García Lorca en forma de frutero con tres figuras, Aparición de rostro y frutero en una playa, Playa con teléfono, etc. Como sabemos, en esas obras el artista deja a la imaginación del espectador la posibilidad de establecer diversas lecturas interpretativas. Esta obra fue expuesta en 1939 en la galería de su representante en Nueva York, Julien Levy. En el catálogo se publicaron, de forma adicional, seis dibujos que explicaban la progresiva descomposición de la imagen y sus interpretaciones posibles. La primera se refiere a la playa del Cabo de Creus, sobre el que se recorta una figura femenina vista de espaldas en el acto de coser una vela y arreglar el bote. La segunda, en cambio, es un filósofo reclinado que no tiene nada que ver con la anterior. La tercera se detiene en la descripción del rostro de un deficiente mental tuerto. Junto a ésta, la cuarta posibilidad de lectura define a un animal, un galgo. La quinta, a un instrumento musical, una mandolina. La sexta, a un frutero con peras y dos higos sobre una mesa y, por último, la séptima, a un animal mitológico. El desarrollo del método de la paranoia-crítica al que había llegado Dalí, había revolucionado la pintura surrealista hasta sus últimas consecuencias en el año 1939. Al respecto, el líder de los surrealistas franceses, André Breton, argumentaba que dicho método servía también para "confeccionar pasatiempos tipo crucigramas".