El amplio período de tiempo que abre la historia de Sumer (2900-2334) recibe el nombre de Epoca dinástica arcaica, subdividida en tres fases, y también el de Epoca presargónica, porque precedió cronológicamente al gran Sargón, el fundador de la dinastía semita de Akkad.
Aunque no poseemos ningún tratado que nos hable acerca de la religión de sumerios y acadios, sí que nos legaron largas listas en las que aparecen escritos los nombres de sus dioses, así como escribieron himnos y mitos que reflejan su cosmovisión y creencias.
lo más significativo en el campo de la arquitectura
La arquitectura monumental
La adopción del ladrillo planoconvexo, -técnicamente de mayor complejidad, que sustituyó a los tipos empleados en la protohistoria- y la creación de un muro de sostén (kisu), destinado a reforzar desde el exterior las paredes de los templos serán las principales aportaciones técnicas en el campo arquitectónico durante la época del Dinástico Arcaico. En cuanto a los edificios, los principales continuarán siendo los templos pero aparecen ya construcciones palaciales y de tipo civil, así como de carácter funerario.
Situada el margen occidental del río Eúfrates, Mari (Tell Hariri) ha sido muy bien estudiada gracias al hallazgo de su archivo real. La ciudad está situada en una posición clave, en el Éufrates medio, donde se abre la ruta hacia el Mediterráneo. Es pues un centro estratégico de primera magnitud para el control comercial.
se levantaron dos pequeños templos a otras tantas divinidades
Dioses
El panteón sumerio-acadio contenía hasta 3600 divinidades, organizadas en tríadas y binas con importancia diversas según la ciudad-estado. Existía una tríada principal, formada por An, dios del Cielo y padre de los dioses; Enlil, deidad del Viento; y Enki, -los acadios le llamaron Ea-, señor de la sabiduría.