Luna saliendo sobre el mar
Datos principales
Autor
Fecha
1837-39
Estilo
Material
Dimensiones
25,6 x 38,5 cm.
Museo
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En la producción de sus últimos años, limitada a sepias y acuarelas, se distinguen una serie de características que entroncan con las de sus cuadros del periodo 1826-30; entre ellas, la renuncia casi total a la figura humana y la gama muy limitada de motivos. Pinta, sobre todo, tumbas - como Paisaje con tumba, ataúd y lechuza - ruinas, cavernas y la costa del Mar Báltico, adoptando el punto de vista de un observador separado del suelo. Esta sepia de 1837-39 es uno de sus últimos trabajos, una serie de obras del mismo formato sobre la costa con escollos bajo la luz de la luna, con o sin figuras humanas. Se basan en sus cuadernos de dibujo sobre la isla de Rügen completados durante su viaje de agosto de 1801. En esta obra el ángulo visual se restringe respecto a los dibujos originales. A diferencia de lo que sucedía durante su madurez, el trabajo previo a lápiz queda manifiesto, tanto en la línea del horizonte - que llega a atravesar una piedra a la derecha - trazada a regla, como en la propia luna, cuyo centro se encuentra perforado por el compás. Friedrich era un apasionado de la geometría. Antes de pensar siquiera en las formas, debía construir el dibujo de forma abstracta, matemática. Necesitaba calcular todo con precisión, reduciéndolo a forma geométrica. Esto asigna a cada objeto, en su individualidad, un lugar preciso en la composición. Este gusto por la matemática fue censurado por su amigo Carus , quien veía un peligro en el excesivo peso de la geometría en su combinación con la naturaleza, lo cual indica la escasa comprensión que la modernidad de Friedrich recibió en su época.