Retrato de orante

Este retrato muestra todas las características del retrato flamenco

Pintura Flamenca

Coetánea del floreciente Renacimiento italiano, se da en las actuales Holanda, Bélgica, etc. Se caracteriza por el perfeccionamiento de la técnica al óleo, que permite una precisión detallista inigualada en la época.

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. El personaje está captado de medio cuerpo, levemente girado sobre sí mismo de tres cuartos, sin la rotundidad del frente o el perfil de los italianos. Tras el modelo encontramos una referencia arquitectónica, la columna de mármol, que da estabilidad a la efigie al tiempo que su carácter secundario no logra distraer la mirada del motivo principal. También es habitual la aparición del paisajito ajardinado del fondo, muy lejos, conectado con el primer plano gracias a la alfombra del suelo, en perspectiva muy profunda. Memling es muy cuidadoso a la hora de tratar cada elemento de la imagen, individualizando cada rasgo minuciosamente. El gesto de la oración así como los adornos tiene un aspecto más plano que en otras obras, donde se encuentran una mayor profundidad y volumen. El pintor, para dinamizar la imagen, realiza un agradable juego de perpendiculares en los que las verticales se complementan armoniosamente con diseños horizontales, como las bandas del pecho o la misma posición de las manos.