Ninfa cabalgando sobre un macho cabrío
Datos principales
Autor
Fecha
1647
Estilo
Material
Dimensiones
72 x 56 cm
Museo
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Fiel a su costumbre de ocultar el mensaje de sus obras, más que hacerlo evidente a través de la composición, Poussin realiza en esta tela una alegoría sobre el amor, de contenido filosófico, no narrativo. Se desconoce para quién fue pintado y la datación es polémica, aunque se suele situar hacia 1635. La interpretación de la escena es compleja. Se ha apuntado que la lucha entre el amorcillo y el pequeño sátiro es una alegoría sobre el conflicto entre el amor físico y el espiritual. De este modo, el amor espiritual triunfa, simbolizado por el amorcillo, "putto", coronado con una corona de laurel dorado. Abundando en esta idea, la mujer sería un trasunto de Venus Pandemos, cuya representación clásica la encarnaba montando un macho cabrío, símbolo de las bajas pasiones, surcando el cielo y acompañada por amorcillos y sátiros, dado que su culto se hallaba relacionado con el del dios Baco. La corona de flores nos recuerda las vinculaciones de la diosa con el otro mundo, ya que en los sarcófagos romanos las guirnaldas simbolizan la unión de lo espiritual y lo corpóreo. Estas representaciones de Venus son frecuentes en el arte antiguo y renacentista , de donde la pudo haber tomado Poussin, reconocido estudioso del arte clásico. Sin embargo, Poussin se desvía del modelo para representar a Venus en tierra, dado que la imagen de la diosa en los cielos se ajusta demasiado al gusto barroco de la Roma del momento, despreciado por al artista, para quien el mundo antiguo no es una mera reconstrucción arqueológica, sino una realidad viva e imperecedera. De todas maneras, aun en su gusto clasicista, el lienzo es de un suave barroquismo en el uso del claroscuro y el estudio de la luz que incide sobre los cuerpos a través de las hojas de los árboles.