Patio de una casa de Delft
Datos principales
Autor
Fecha
1658
Material
Dimensiones
73,5 x 60 cm.
Museo
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La tónica dominante en la obra de este pintor holandés puede apreciarse repetida en cada uno de sus cuadros, centrados siempre en el desarrollo tranquilo de la vida cotidiana de los hogares holandeses. La vida apacible que retrata sobre sus compatriotas era luego comprada y colgada en los salones de aquéllos a quienes había pintado, familias burguesas de clase media-alta. Cuando su clientela aumentó de nivel económico, sobre todo tras su traslado a Amsterdam, sus cuadros se poblaron de figuras aristocráticas, aunque siguió manteniendo el mismo aspecto de sus cuadros, como podemos apreciar en los Jugadores de Cartas . En esta ocasión, una vez más podemos hacer un repaso sobre las características definitorias del estilo de Hooch: aparecen tan sólo tres personajes, una pareja y otra figura aislada, de espaldas a nosotros, sin relación alguna con nadie del cuadro. La escena se desarrolla en la parte más privada de una casa flamenca, como es el patio, en el que se realizan las labores cotidianas de mantenimiento: arreglo de los animales y las verduras para la cocina, partir la leña, sacudir las telas del polvo, etc. El patio está desarreglado y sin embargo transmite una idea latente de orden y aseo. Es muy importante la galería o pasillo abovedado que se abre desde el patio hacia el exterior, una vía de comunicación entre dos mundos que está presente en los cuadros de Hooch, siempre abierta y siempre sin ser utilizada por los personajes de la casa.